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Recorte de FODES y ajuste fiscal ya son realidad

Licenciada Norma Guevara de Ramirios

El recorte del FODES anunciado por el presidente Bukele constituye un frasco de medicina amarga para toda la población del país. No hay vacunas suficientes para toda la población, pero sanción a su economía y a sus posibilidades de progreso local sí hay para todos. Es una nueva idea con la N de Nayib.

La autonomía es un antiguo concepto que supone la facultad de que dentro de un territorio, se establezcan normas para el bienestar de sus habitantes; la autonomía históricamente se aplica a las universidades y a los municipios; a las universidades para que no interfiera en la educación superior los cambios que puedan producirse en los gobiernos nacionales, y en los municipios para administrar sin depender de los gobiernos centrales.

Bajo las dictaduras, esos conceptos igual que la independencia judicial fueron nulos, aunque para la Universidad de El Salvador se estableció como principio en la constitución de 1950 y para los municipios en la de 1983.

El apoyo a un municipio en el pasado dependía de la amistad de un alcalde con un presidente, o como privilegio para una propiedad de gente adinerada. Crear el FODES con recursos descentralizados a los que, por ley se obliga al Gobierno central transferir dinero que será administrado bajo el concepto de autonomía, es una conquista relativamente reciente.

Fue en la legislatura 1997-2000 y con la demanda de 50 alcaldes y alcaldesas del FMLN, unos pocos del PCN y menos de los dedos de una mano de ARENA, que se respaldó la demanda de fijar un porcentaje de los ingresos tributarios netos para distribuir entre las 262 municipalidades bajo criterios fijados en la ley que incluye cantidad de habitantes, extensión territorial, pobreza y capacidad de gestión de recursos propios, que se logró fijar en 6 %.

Schafik Hándal era el jefe de fracción del FMLN, y antes de aprobarse el presupuesto correspondiente a 1998 se negoció con el presidente Calderón Sol ese monto; bajo la condición de que los diputados y diputadas del FMLN (28) votaran a favor de convertir deuda de corto plazo en deuda de largo plazo e incorporar al Fondo General de la Nación  más de mil millones de colones  provenientes de ahorros de ANTEL.

¿Cuántas obras en todo el territorio se han hecho con FODES, cuanto saneamiento, cuanto proyecto social, cuantas becas, cuantas reparaciones de escuelas, canchas, calles, todas definidas  por las municipalidades? En los primeros años un estudio de FUNDAUNGO, puso en claro el beneficio social de las transferencias a los municipios.

Ahora esa etapa llegará a su fin, en la práctica llegó a su fin desde que el actual Gobierno bukelista dejo de pagar el FODES, ahora se va a legalizar según el anuncio presidencial cuando lleguen los diputados de sus dos partidos. Aquel insuficiente 6 % original que fue creciendo hasta llegar a 7 %, 8 % y luego 10 %, se convertirá en 1.5 %. Es la verdad que se desprende del anuncio de permitir que el 25 % del 6 %, se gaste como antes, y el resto sea entregado en obras que daría una entidad autónoma dependiente del presidente del Ejecutivo.

Fin del FODES, fin de la demanda de descentralización, fin del presupuesto participativo que en algunos municipios llegó a ser realidad como lo hizo en San Salvador las gestiones del FMLN iniciando con Héctor Silva (QDDG).

El recorte anunciado le permite al gobierno reducir el gasto es, por tanto, parte de las condiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), y será más del 4 % de los ingresos tributarios netos, porque al ser una entidad autónoma la que reparta “obras” como los paquetes de alimentos, lo que gastaran será menos, nunca ejecutó en estos casi dos años los presupuestos aprobados y eso es lo esperable en el futuro inmediato.

¿Quiénes sufrirán semejante recorte? Sin duda trabajadores locales que ejecutan obras en los municipios, pequeñas empresas que proveen bienes o servicios a los municipios, y lo poco que hagan desde la susodicha entidad autónoma será pagada sin duda con los mismos sobreprecios que, las empresas de funcionarios actuales, han vendido bienes al Estado durante la pandemia; es decir el ajuste fiscal implícito en el recorte y cambio del FODES, lleva aparejado acrecentar al nuevo grupo oligárquico en formación.

En una nueva cadena nacional, podrá afirmar el presidente, que ese es el mandato que el pueblo le dio democráticamente con el voto el pasado 28 de febrero. Estoy segura que la gente que votó por la N, esperaba otra cosa y la N empezará a ser un sinfín de “Nada” y de “No”, de negación pues.

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