Alma Vilches
@AlmaCoLatino
El director general de Protección Civil, Luis Amaya, indicó que, de acuerdo al balance preliminar luego del fuerte sismo del pasado 29 de julio, se reportaron 67 viviendas afectadas, un deslizamiento, dos infraestructuras públicas y una iglesia con daños. Una de las zonas más afectadas con el temblor magnitud 5.8 fue San Lorenzo, en Ahuchapán. A la zona llegaron los equipos de Protección Civil para evaluar los daños en viviendas y otras infraestructuras, así como coordinar acciones preventivas.
Amaya dijo que en el lugar se estableció un campamento, así como albergues en San Lorenzo y Atiquizaya. Sin embargo, las personas no quieren estar bajo techo por temor de una réplica más fuerte. Dijo que de acuerdo al plan, lo primero es evacuar a todas las personas en riesgo, evaluar los daños en viviendas, los cuales han sido muy severos, y pensar en una solución temporal habitacional.
“Está activado todo el Sistema Nacional de Protección Civil y se ha echado a andar el plan de contingencia para terremotos, el cual fue actualizado hace dos años”, sostuvo el funcionario.
Desde el sismo inicial, en la zona de San Lorenzo, Ahuachapán, se han detectado un total de 327 movimientos, de los cuales solo 56 han sido percibidos. El evento que dio origen a esta serie sísmica ocurrió entre el límite del territorio guatemalteco y El Salvador.
“La serie sísmica que hemos experimentado ha generado algunos daños en el territorio. Esta actividad se debe a la activación de una falla local, ya que El Salvador se encuentra ubicado cerca de dos placas tectónicas principales a nivel mundial», enfatizó.
Cambios en el color del agua en balnearios
Los balnearios El Trapiche y El Galeano, en Santa Ana, fueron cerrados de forma preventiva, luego de que el agua cambiara a color turquesa tras los sismos ocurridos ayer. El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) tomó pruebas, para determinar las causas del fenómeno
Entre tanto, el titular del MARN, Fernando López, explicó que el martes 29 de julio se reportó un terremoto de magnitud 8.7 en Kamchatka, Rusia, este movimiento alertó a todos los países que tienen costa en el Pacífico, en El Salvador se monitoreó la costa, sin embargo, el oleaje fue normal.
“Hubo amenaza de tsunami para nosotros, sin embargo, los niveles aumentaron mar adentro, quizá 50 centímetros, y fueron prácticamente imperceptibles en la costa de El Salvador. No hubo condiciones extremas como las percibidas en lugares cercanos al suceso, como por ejemplo en islas de Japón”, manifestó.
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