Redacción Nacionales
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El Juzgado Especializado de Sentencia para una Vida Libre de Violencia y Discriminación para las Mujeres, con sede en San Miguel, condenó a un hombre por feminicidio, tras valorar, durante la vista pública, las pruebas que vinculan de manera directa al acusado como responsable del crimen.
Información de Centros Judiciales de El Salvador, detalla que Víctor Antonio Martínez Hernández fue condenado a 35 años de prisión tras ser declarado culpable de un feminicidio ocurrido el 31 de diciembre de 2022 en el distrito de Alegría, en Usulután Norte.
De acuerdo con las investigaciones, ese día Martínez Hernández conoció e interactuó con la víctima mientras departían en un bar del distrito de Santiago de María. Horas después, ambos fueron vistos retirándose juntos a bordo de la motocicleta del imputado. Desde entonces, la víctima fue reportada como desaparecida.
Tras una búsqueda, el cuerpo fue localizado el 2 de enero en un terreno cercano a la Laguna de Alegría. El condenado fue juzgado en ausencia y actualmente se encuentra prófugo, con una orden de captura activa.
Hombre enfrente audiencia por expresiones de violencia contra su esposa
El Juzgado Primero de Paz de Soyapango realizó la audiencia inicial contra Óscar Alberto M. P., de 29 años, acusado del delito de expresiones de violencia contra las mujeres, en perjuicio de su esposa, de 31 años.
De acuerdo con el requerimiento fiscal, Oscar Alberto fue capturado por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), en la residencial La Esperanza, Soyapango, luego de ser denunciado por su compañera de vida, quien afirmó que la agredió verbalmente mientras él se encontraba, presuntamente, bajo los efectos del alcohol.
Durante la audiencia, la víctima manifestó que, aunque están en proceso de divorcio, ambos continúan residiendo en la misma vivienda, lo que ha generado episodios reiterados de maltrato verbal frente a sus hijos.
Tras analizar los hechos, la jueza otorgó una suspensión condicional del procedimiento por el plazo de un año. Durante ese período, el imputado deberá cumplir las siguientes reglas de conducta: exclusión del hogar, presentarse periódicamente ante un Juzgado de Vigilancia Penitenciaria y Ejecución de la Pena, y prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima por cualquier medio.