Luis Arnoldo Colato Hernández
Educador
La captura del abogado constitucionalista Enrique Anaya, bajo falsos cargos de enriquecimiento ilícito, como contra doña Ruth López, los miembros de la directiva de la Santa Marta, contra el Dr. Ever Enrique Cruz, Francisco Irezi, etcétera, no es casual.
Tomemos para ilustrar el proyecto insignia del régimen.
Si la cifra de detenciones bajo el esquema de la excepcionalidad es al menos aproximada a las 80,000 personas, esto supone estadísticamente, partiendo del supuesto de que es la muestra total, pero además y en contraste, que carece de ninguna confianza en razón de la fuente que la proporciona, lo que en estadística se denomina margen indeterminado, dado que no existe ninguna certeza sobre esos datos.
Simplemente porque la fuente, en este caso el ilegal régimen que nos reprime, no es confiable, lo que sus reiteradas falacias establecen.
Este recordatorio es en el ánimo de no pasar por alto el que ninguna de las afirmaciones del régimen puede ser tomada en serio, pues impide el acceso a la información para verificarlo, pero además por haber hecho del estado una autocracia plutócrata, disfrazando la cleptocracia a la que redujo al estado salvadoreño, habiendo desmontado la completa institucionalidad, y haciendo de este una mera caja de resonancia del presidencialismo inconsulto que ejerce el caudillo.
Así, la paranoia domina completamente a CAPRES, que ve incluso en su entorno más cercano, conspiraciones que lo amenazan, como a su gran proyecto, el cual podemos especular espera heredar a algún miembro de su clan familiar, probablemente la primera dama, e incluso, no debería extrañarnos que también la considera para alguno de sus hijos, como también antes lo hicieran otros caudillos en la región.
Porque a pesar de pretender en sus slogans, montarse en la novedad para sus proyectos, lo cierto es que carece de ningún proyecto político, lo que la evidencia apunta, así como el que todo lo que hace es apenas imitar a otros, o en su defecto adelantar proyectos que rayan en lo inviable, el caso del bitcoin, o claramente ilegales, el arrendamiento del sistema carcelario a EU.
En ninguno de estos se puede decir existió como elemento inspirador, la audacia de la que hablan los economistas [“a mayor riesgo, mayor beneficio” …arriesgando – y perdiendo – el erario público], sino el interés de instrumentalizar al estado para su particular beneficio y el de sus representados, como lo demuestra la velada privatización que adelanta ahora mismo en la AES.
Si sumamos a lo esquilmado al estado, la desinstitucionalización, los crímenes contra la propiedad, contra el honor, las violaciones, torturas, secuestros, asesinatos cometidos por agentes del estado contra ciudadanos perseguidos por su gestión, entonces tenemos así una idea del temor que alienta esa paranoia, y suponer de lo que es capaz.
Así, no solo es a doña Ruth López, a don Enrique Anaya, a los centenares de detenidos con falsas acusaciones, sino a todos, porque todos estamos obligados por la Constitución a perseguirlo.