Diario Co Latino 133 años informándote con credibilidad
Artículos relacionados
Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Cada lunes, más de 200 personas en situación de calle y con bajos recursos económicos hacen fila en los alrededores de la parroquia El Calvario, en el centro de San Salvador, para recibir alimentos, los cuales son preparados por miembros de los diferentes grupos pastorales, donados por la feligresía y personas altruistas.
El lunes previo a la noche buena, a estas personas se les agasajó con una cena navideña, para el menú de ese día fueron donados 15 pavos y cocinaron 30 libras de arroz con verduras, así como una ensalada, acompañado de refresco y tortillas.
Por ser Navidad, además del pavo, también recibieron un regalo con artículos de higiene personal, frazada, toalla, papel higiénico, galletas, dulces, entre otros.
El padre Narciso Bordignon, vicario de la parroquia El Calvario de San Salvador, explicó que hay franjas de población con hambre en todo el mundo, pero en El Salvador es más amplio especialmente por la falta de trabajo, ahora aumentado con el retiro de las ventas del centro, y muchas familias se han quedado sin un medio de subsistencia.
El sacerdote dijo que todos los lunes se prepara comida para más de 200 personas, el 100% no es indigente o personas que duermen en la calle, hay gente de bajos recursos o tienen un empleo, pero los ingresos no son suficiente para finalizar la quincena o el mes y complementan con estos alimentos.
Mensualmente son donadas 200 libras de pollo para ser preparadas, pero el primer domingo de cada mes se recolectan granos básicos que son colocados en una canasta
a los pies del altar mayor durante “El Domingo Solidario”, a fin que la feligresía traiga algo para compartir con los necesitados.
No toda la comida se reparte el día lunes, durante la semana llegan personas a solicitar ayuda y se les entrega una mini canasta con alimentos básicos, como frijoles, arroz, aceite, y otros insumos que tengan de las donaciones.
“Antes de un enfoque social le damos a esta actividad un enfoque religioso, nuestro compromiso como creyente no es solo orando, lo que uno profesa también son las obras, porque la fe sin obras está muerta, por ello, empresas, familias e instituciones están llamadas a este tipo de obras, en especial, durante las fiestas de Navidad, que es la época de compartir por ser un tiempo de abundancia económica”, enfatizó.
El religioso manifestó que la idea es ampliarlo a más de un día en la semana, pero es difícil solo con el voluntariado de los grupos pastorales, ya que arroz, frijoles, pan y una porción de pollo es fácil conseguir, el inconveniente es contar con las personas que preparen los alimentos.
A la vez, indicó que este tipo de ayuda es informal o de emergencia, lo ideal sería tener algo bien planificado donde cada persona tenga un carnet y número de afiliación, así como el comedor Mamá Margarita en la iglesia Don Rúa, por ello, algo permanente y más planificado no es suficiente con el voluntariado.
Bordignon consideró necesario que el gobierno abra fuentes de empleo y atraer inversión al país ahora que haya más seguridad, no solo social sino también jurídica, lo ideal es capacitar a las personas que aún pueden trabajar para tener los ingresos suficientes y salir de esa situación.
“Como creyentes y una institución religiosa ha sido nuestro trabajo desde hace años, tener una obra especial para los pobres y desvalidos, el aporte puede ser pequeño pero unidos pueden solucionar grandes problemas”, reiteró.
La iniciativa de ayudar a las personas de la calle comenzó hace algunos años con un dormitorio para indigentes, pero en la parroquia no funcionó porque la organización del proyecto implicaba el pago de empleados, pues solo con el voluntariado era un poco complicado seguirlo.
Los usuarios del dormitorio terminaron por llevarse las colchonetas y los implementos, luego se decidió mejor enfocarlo en el reparto de comida un día a la semana.
