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Organizaciones de la sociedad civil protestaron en la lucha por aprobar el derecho humano al agua, en el Día Mundial del Medio Ambiente. Foto Diario Co Latino/ Cortesía

Organizaciones piden al presidente garantizar derecho humano al agua

Yaneth Estrada
@caricheop

Organizaciones de la sociedad civil, ambientales, juveniles, mujeres e Iglesia instaron al presidente de la República, Nayib Bukele, a luchar contra la oligarquía del país y aprobar el derecho humano al agua, en el Día Mundial del Medio Ambiente.
La Ley de Aguas fue enviada al archivo por los diputados de la nueva Asamblea Legislativa, dominada por Nuevas Ideas, junto a otras aduciendo que su fin es político.

José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador, se pronunció recientemente ante la decisión y dijo que los proyectos como la Ley de Aguas no es impulsada por partidos políticos, tal como lo quieren hacer ver el oficialismo, sino que fue impulsada por la sociedad civil.

“Nosotros como Iglesia estamos involucradas con la sociedad civil, y hemos acompañado a estas organizaciones. Lo hemos hecho con mucho gusto y lo vamos a seguir haciendo”, expuso Alas.

Agregó: “No es cierto que los partidos políticos lo hicieron (la Ley de Aguas), hemos sido nosotros como sociedad civil que, presionándolo a ellos, logramos que aprobaran esos artículos, incluyendo el ente rector, la Autoridad Nacional del Agua (ANA)”.

Esta ley ya tenía más de 100 artículos aprobados por los anteriores diputados.

Para las organizaciones los temas ambientales deberían ser una prioridad a nivel nacional, para la sociedad civil, para las autoridades y para los medios de comunicación. No obstante, la realidad es otra. A pesar de la importancia fundamental de los ecosistemas, estos ocupan un tercer o cuarto plano en la agenda social y en la ejecución de acciones concretas para su conservación, protección y defensa.

Asimismo, denunciaron que existen conflictos socioambientales ocasionados por industrias que impactan los ecosistemas y la salud de la población; conflictos que, a pesar de existir una normativa jurídica que regula su accionar, no ha existido la capacidad, ni la voluntad gubernamental de sancionar las prácticas ilegales y dañinas que realizan.

Se puede mencionar, por ejemplo, las industrias de producción y procesamiento del monocultivo de caña de azúcar, actividad que utiliza grandes cantidades de agrotóxicos, contamina el agua y la usa de manera intensiva, afectando el consumo humano doméstico, generando
deforestación y quemas, al mismo tiempo que se apropia de tierra que se vuelve inutilizable para producir alimentos.

Otro ejemplo relacionado con los conflictos socioambientales son los proyectos urbanísticos no planificados e ilegales que impermeabilizan los suelos, afectan los acuíferos y destruyen los bosques. Ambos
ejemplos impactan el acceso al agua y la soberanía alimentaria de la población, entre estos grupos vulnerables como los pueblos indígenas.

 

Foto Diario Co Latino/Archivo

Compromiso real

“En este Día del Medio Ambiente exigimos un compromiso real de las autoridades por el agua, el territorio y la alimentación, que se materializa en la aprobación y reconocimiento de derechos como el derecho humano al agua y el saneamiento y el derecho humano a la alimentación”, señalaron.

Exigieron ser incluidos en la Constitución, y que se legisle sobre la Ley General de Agua y la Ley de Soberanía Alimentaria. Pedimos una adecuada implementación y ejecución de la ley, que el Gobierno tenga la capacidad técnica y la voluntad de resolver las problemáticas ambientales de la población.

Pero también se materializa con la adecuada implementación y ejecución de la ley, que pasa por que el Gobierno tenga capacidad técnica y voluntad de resolver las problemáticas ambientales de la población.

Asimismo, expresaron: “Las organizaciones que convocamos a la XXI Caminata Ecológica denunciamos que la crisis ambiental ha aumentado cada día, impactando negativamente en la calidad de vida de la
población más pobre y vulnerable. La pandemia del COVID-19 ha precarizado aún más la vida de esta población. Sumado a ello, la nula atención que se le ha dado a los temas ambientales y a la agudización de la degradación ambiental, que tiene su origen en el modelo de desarrollo y sistema económico vigente, que privilegia la generación de riqueza y lucro en detrimento de los ecosistemas.

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