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Oscar López
@Oscar_DCL
En El Salvador los delitos que más afectan a la niñez y adolescencia son los relacionados a la integridad física. “Los varones sufren abusos de poder, son utilizados por pandillas para delinquir y en las niñas los casos son de maltrato, abuso sexual, violaciones y trata”, dijo Alicia Ávila, directora País de Educo El Salvador.
Ávila indicó que el país participó en la investigación “Small Voices Big Dreams 2019”, que recoge la percepción de la niñez y adolescencia sobre las situaciones de violencia que les aquejan. El estudio fue desarrollado en quince países y recoge cuatro dimensiones; entre ellas las diferencias de cómo viven la violencia niños y adolescentes de países con índice de desarrollo humano alto, comparado con los países de índice de desarrollo bajo; además compara cómo viven la violencia los niños versus las niñas.
Otros de los aspectos incluidos en el informe son las valoraciones en relación a los derechos humanos de la niñez.
En cuanto a la comparación entre los países de desarrollo humano alto y los de índice de desarrollo bajo, la investigación plantea que en el primer grupo de países, los niños tienen mayor libertad de movilidad y de utilización de espacios públicos; caso contrario del otro grupo de países que en casos como el salvadoreño, la niñez se ve imposibilitada a permanecer en parques debido al acoso de grupos criminales.
La directora País de Educo dijo que una de las principales recomendaciones de la niñez y adolescencia salvadoreña están dirigidas a los gobiernos, tanto el central como las municipalidades, para que ejecuten políticas enfocadas en crear condiciones de protección de entornos libres de violencia para la niñez.
“Otra recomendación relevante es que los niños dicen que el no tener los servicios básicos, la alimentación adecuada y a tiempo en su mesa también es violencia. Si queremos erradicar la violencia, tenemos que hacer propuestas integrales de políticas de empleabilidad; políticas para madres solteras, que permitan llevar al hogar las condiciones básicas, humanas y dignas que los niños necesitan para desarrollarse y crecer”, declaró Ávila.
Además, explicó que la investigación tuvo dos etapas y una de ellas fue la generación de encuestas y grupos focales, en esta participaron los quince países. El Salvador participó en la parte cuantitativa, lo que implicó la recolección de información durante tres años. “Son aquellos aspectos fundamentales que hacen que identifiquemos no los números, sino cómo los niños viven la violencia”, dijo.
