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Luis Arnoldo Colato Hernández
La crisis sanitaria que el mundo enfrenta, supuso desafíos que encontró a naciones con la guardia baja, que han tenido que sortear la debacle con todas las desventajas.
En nuestro caso particular, la respuesta inicial fue la apropiada, orientada por la propia OMS, pero pronto fue reemplazada por la improvisación, abusos contra la población, agudización de la conflictividad inter órganos, profundización del esquema nepotista y toda suerte de gastos indebidos, entre los que destaca la contratación de deuda al extranjero, con un coste para la economía salvadoreña por encima del regional, ignorando descarnadamente la Ley de Responsabilidad Fiscal, con la complicidad de las bancadas de derecha y financiando el presente año, hasta el 10 % de los gastos estatales con deuda (MINECH).
Ello se ha traducido en pérdida de empleos formales por hasta 200,000 plazas el presente año (ISSS), con una caída del 9.1 % del PIB y alcanzando un endeudamiento de hasta el 93 % del mismo (Mauricio Choussy, expresidente del BCR).
Debemos sumar en el tema gubernativo, este se ha vuelto a plagar de los viejos vicios de derecha, superados desde la administración Funes cuando se negó a despedir a los cuadros estatales de derecha, justificándolo en la necesidad de brindar “(…) estabilidad laboral al estado (…)”, valorizando así la inversión que este hubiera hecho en la formación de aquellos cuadros; en cambio la presente administración y en lo que va del año, despidió 1641 plazas, contratando a su vez 2350 nuevas plazas, en las cuales se debe invertir formándolas.
En este punto aparece la propuesta presupuestaria de la actual administración para el próximo año, que oferta un aumento de hasta un 16 % más que el anterior, dirigido a las áreas de educación, salud y seguridad, lo que destinaría a estas nada menos que el 40 % del total del presupuesto para el siguiente año, y que en un primer momento nos permite soñar en la aspiración que desde siempre hemos tenido: una inversión sostenida en la población, en el futuro, para volver viable a nuestro país.
Una segunda lectura revela, además, que la propuesta estatal incluye aumentos salariales para el sector docente, dotación de computadoras para los educandos, incremento para la UES, como para la infraestructura educativa en general.
No incluye empero el proyecto presupuestario, una propuesta de revisión del sistema impositivo, deduciéndose de ello que esta propuesta esta desfinanciada y es por tanto inviable en las condiciones actuales.
Entonces de inmediato calculamos que la superación de los desafíos reseñados no es posible, puesto que la propuesta presupuestaria no procede sin los debidos ajustes positivos, salvo que de acuerdo al calculo del ejecutivo estos sean regresivos, aumentando el IVA hasta el 17 %, y castigando a los más desfavorecidos, como además que la resistencia que encuentren en la asamblea se “queme” electoralmente; como sea está visto que el intento del ejecutivo es mas de lo mismo, en la procura de manipular al electorado, mientras intencionalmente se sigue favoreciendo a las élites, lo que sencillamente es inaceptable.
