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Los ataques diarios de parte de las pandillas contra elementos de seguridad o puestos policiales, view click han sustituido los titulares en los medios de comunicación en su ya acostumbrado recuentos de número de muertos, look ailment lo que podría generar más zozobra o sensación de inseguridad entre la población.
No obstante, el “recrudecimiento” de los ataques criminales contra la autoridad, podría considerarse como acto desesperado de los grupos delincuenciales, bien para medir fuerza con la autoridad, o bien para forzar al gobierno a alguna negociación.
No dudamos, y así lo han manifestado las autoridades, que los ataques se incrementarán. Y es que desde la lógica de las autoridades de seguridad, los grupos delincuenciales se siente perseguidos y se han visto obligados a atacar (o contra atacar) para demostrar que tiene fuerza, y en alguna medida inyectar “moral” a los otros delincuentes.
No obstante, es más alta la moral de los policías y soldados, sobre todo porque, al enfrentarse a los grupos delincuenciales, el poder de fuego y la experiencia del policía y soldado es superior.
Y es que, si no es por traición, hasta la fecha no habría esa docena de efectivos asesinados en manos de los delincuentes. Y en la medida en que el policía y soldado se de cuenta que es objetivo de los criminales, tomará las medidas pertinentes para no ser blanco fácil de los delincuentes, y esto, provocará la disminución de los ataques.
Obviamente, este momento no ha llegado, por eso es que creemos que en un par de meses más veremos la insistencia de la criminalidad contra nuestra autoridad.
Es necesario reiterarle a la ciudadanía, que en la medida que coopere con la autoridad, de movimientos sospechosos de delincuentes, o ubiquen casas de concentración y planificación de hechos delictivos, o lugares donde esconden armas, se podrán evitar los ataques contra los miembros de seguridad.
Y es que la inseguridad, si queremos que tenga solución a más corto plazo, es necesario que toda la ciudadanía se involucre. Incluso, los familiares de pandilleros o mareros, para que sensibilicen a sus hijos, hijas, nietos y nietas, sobrinos y sobrinas, a que desistan de enfrentar a la autoridad, y buscar mecanismos racionales para que la sociedad les tienda la mano.
Recientemente, Monseñor Gregorio Rosa Chávez decía, en un programa de televisión que: “Todos podemos hacer algo, y todos debemos hacer algo; no todo corresponde a las autoridades y al gobierno”.
“Estamos como paralizados, mirando solo qué van a hacer las autoridades, opinando sobre sus decisiones si son o no son correctas, pero no sentimos que podamos hacer algo, y sí podemos hacer mucho”.
Y no dudemos, que pese al volumen de fuego, y el número de víctimas mortales, este problema tiene solución, y esa solución puede llegar más temprano que tarde, en la medida en que nos involucramos todos.
