Alma Vilches
@AlmaCoLatino
El asesor de Estrategias Alianza Américas, Oscar Chacón, manifestó que, con las políticas migratorias impulsadas por el presidente de Estados Unidos, Donal Trump, aproximadamente un millón de salvadoreños indocumentados corren peligro de ser deportados, lo cual impactará en el monto de las remesas en El Salvador.
“Tenemos en Estados Unidos una población de cerca de un millón de salvadoreños que no tienen ni residencia permanente, ni tampoco ciudadanía por la vía de la naturalización, hay un bloque numeroso que teóricamente está en riesgo ante esta campaña de deportaciones masivas, que impulsa el gobierno de Donald Trump”, expresó.
Asimismo, dijo que cerca de 170 mil connacionales están protegidos con el TPS, este programa sigue vigente en el caso de El Salvador porque el expresidente Biden prorrogó la validez hasta septiembre del próximo año. El actual TPS inició en el año 2001, es decir, los salvadoreños con TPS han estado en condición temporal por 24 años.
Según Chacón, a la luz de lo que han decidido con el caso de los venezolanos, nicaragüenses, haitiano y varias nacionalidades africanas, hay un riesgo grande de que el TPS se termine para los salvadoreños.
“Algunas personas creen que ha influido para no termina con el TPS, la relación relativamente cercana que hasta este día ha existido entre el gobierno de Trump y el gobierno salvadoreño actual”, lo cual no se puede afirmar, sostuvo durante el espacio Encuentro con Julio Villagrán el entrevistado.
Chacón enfatizó que el gobierno de Trump quiere cerrar todas las posibilidades a millones de personas, vivir en Estados Unidos de manera temporal, debido a que el mandatario abandera una teoría económica equivocada, que el extranjero quita oportunidades laborales a los estadounidenses, y además todos los extranjeros a excepción de los europeos son “criminales”.
Manifestó que cuando se trata de relacionar la criminalidad en Estados Unidos con la población inmigrante, ese vínculo no existe, porque la mayoría de infractores especialmente de graves crímenes, son personas nacidas en Estados Unidos y de raza blanca; los asaltos a mano armada, asesinatos, violaciones y violencia doméstica generalmente los infractores no son extranjeros (migrantes)
“Cuando ICE, la policía migratoria lleva a cabo redadas no es en contra de criminales, sino de gente humilde ganándose la vida en fábricas o en lugares como Home Depot, lo que hace es generar enojo en la población y sale a protestar e inmediatamente Trump dice que la ciudad está fuera de control, manda a la guardia nacional y 700 efectivos de los marines lo cual es ilegal y sobre todo innecesario”, agregó.
Indicó que, durante la campaña electoral, Donald Trump dijo que iba a impulsar la campaña de deportaciones de criminales más grande de la historia de los Estados Unidos de América, tiene un interés en impulsar una forma dictatorial autoritaria de gobernar.
Trump está desarrollando su política migratoria basado en “un sentimiento antiinmigrantes que nació en Estados Unidos hace 40 años, promovido por extremistas blancos, que considera a los extranjeros no europeos como criminales, violadores, basura”.