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El presidente de la República, Nayib Bukele volvió a culpar a la Asamblea Legislativa del incumplimiento del convenio con la Corporación Reto del Milenio. Dicho convenio permitió un FOMILENIO II para El Salvador, por cinco años, que finalizó precisamente el pasado 7 de diciembre, con cerca de once obras inconclusas, debido a que para concluirlos El Salvador debería desembolsar 50 millones de dólares.
Por cierto, algunas de las obras del FOMILENIO II han servido para la propaganda del Gobierno, concretamente la del redondel Claudia Lars.
Cuando se negoció el FOMILENIO II con Estados Unidos, en el primer Gobierno del FMLN, se estableció, entre otros compromisos, que El Salvador iba a poner una contrapartida de 88 millones de dólares, mientras que Estados Unidos iba a donar 266 millones de dólares. Esto significaba que, anualmente, el Gobierno de El Salvador iba a provisionar en el presupuesto general de la nación el valor equivalente a la contrapartida. En el Presupuesto General de la Nación de 2020, el Gobierno del presidente Bukele debió previsionar 50 millones de dólares de contrapartida y, sencillamente, no lo hizo. ¿Porqué? Ni el ministro de Hacienda ni el presidente lo han explicado a la nación.
Y cuando la Asamblea Legislativa distribuyó más de $300 millones del remanente de mil millones de dólares, entre ellos $50 millones para FOMILENIO II, el Gobierno respondió que ya se había gastado los mil millones de dólares.
Hasta hoy, tampoco el Gobierno ha detallado en qué se ha gastado el dinero, de forma detallada como lo ha requerido la Asamblea Legislativa.
El Gobierno ante la amenaza del cierre administrativo de FOMILENIO II, gestionó un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por $250 millones; de estos fondos, $50 millones corresponden para la contrapartida. Para ello, el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya solicitó el lunes a la Asamblea Legislativa dos plenarias en un mismo día. La primera para ratificar el préstamo al BID y, la segunda, para incluir en el Presupuesto General de la Nación los $50 millones.
A pesar de que el presidente de la Asamblea Legislativa, Mario Ponce hizo las consultas a las diferentes fracciones legislativas, para explorar la posibilidad de acceder a la realización las dos plenarias, finalmente fueron descartadas.
Tanto diputados del FMLN como de ARENA explicaron que no podían tratar en la Asamblea en dos ocasiones fondos para un mismo fin, pues, la Corte de Cuentas lo repararía, lo que significa que es ilegal.
Es decir, dado que la Asamblea Legislativa aprobó hace dos semanas los $50 millones para FOMILENIO, no pueden tratar el tema nuevamente en la Asamblea.
Sin lugar a dudas, la puesta en peligro de las obras del FOMILENIO II no es responsabilidad de la Asamblea, sino del Ejecutivo por no haber contemplado en el Presupuesto General de la Nación los fondos de contrapartida.
El representante de la Corporación Reto del Milenio (MCC) anunció que dará un mes de prórroga para el cierre administrativo de las obras aún pendientes; es decir, hasta el 7 de enero del próximo año.
Las obras inconclusas son el periférico Claudia Lars (que conecta la carretera a Santa Ana y la carretera a Sonsonate); el paso fronterizo El Amatillo, en La Unión; el sistema de riego de El Paisnal, en San Salvador; y el paso fronterizo de Anguiatú, en Santa Ana.
Esperemos que el Ejecutivo haga la maniobra legal necesaria para obtener los $50 millones, sin obligar a la Asamblea Legislativa a que cometa una irregularidad, si es que no una ilegalidad, como lo propuso el lunes.
El Gobierno, además, debe asumir sus responsabilidad por la falta de prevención, por tener como principal estrategia la improvisación.
