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Antonio Valencia / [email protected]
Uno de los desafíos estructurales que aún persisten en El Salvador y que podría definir el rumbo del país a largo plazo es la educación. Con un gasto estatal que representa el 3.43 % del PIB, la brecha educativa se presenta como una oportunidad tanto para el desarrollo social como para la inversión privada.
Maple Bear, una institución educativa canadiense con presencia en más de 40 países, ha expresado su interés en contribuir al fortalecimiento del sistema educativo nacional. “No se puede desarrollar una economía competitiva sin invertir en educación”, afirmó Christian Marulanda, Country Manager de Maple Bear. El Salvador ha dado grandes pasos, y ahora creemos que es el momento adecuado para invertir en las mentes y futuros de la próxima generación”, afirmó.
La franquicia busca atraer a inversionistas interesados en elevar la calidad educativa mediante un modelo probado que ya ha sido implementado con éxito en América Latina. El enfoque bilingüe de Maple Bear, alineado con el sistema educativo canadiense —reconocido mundialmente por su calidad según el informe PISA—, propone mejorar el dominio del inglés y las habilidades socioemocionales de la niñez salvadoreña.
Oportunidades para lo privado
El crecimiento de la educación privada, especialmente los colegios bilingües, ha sido significativo en los últimos años. Según la Asociación de Colegios Privados de El Salvador, la matrícula en estos centros ha aumentado un 10 % en cinco años, tendencia impulsada por una clase media en expansión. Maple Bear ve, en este contexto, una clara señal de demanda no satisfecha que puede ser atendida mediante la colaboración público-privada.
Además del impacto social, la iniciativa representa una oportunidad de negocio: las franquicias educativas en el país registran retornos sobre inversión de entre el 15 % y el 22 % anual. “Queremos hablar con quienes deseen diversificar sus inversiones, con dueños de colegios que quieran unirse a nuestra red y con emprendedores listos para abrir una nueva escuela”, explicó Marulanda.
Para Maple Bear, se trata no solo de ampliar su presencia en la región, sino de acompañar el crecimiento de El Salvador con un enfoque educativo de calidad, inclusivo y con visión de futuro. Además, las herramientas que se ofrecen se han vuelto esenciales para que las nuevas generaciones accedan a mejores empleos y una mejor calidad de vida.
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