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La filosofía advierte las tragedias humanas

Caralvá

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Suplemento Tres mil

Así como un poema puede predecir los acontecimientos de la segunda guerra mundial, case así la guerra civil de nuestra nación fue anunciada por la filosofía. En la poesía de Walter Benjamin destacan pruebas inequívocas referentes a: la expansión del dominio nazi, la emigración, la expulsión de los judíos, la desunión de los enemigos de Hitler o al pacto Hitler/Stalin, el contenido de sus poemas es antifascistas, incluso algunas de sus frases parecen claros adelantos a la tragedia que sufrirán esas naciones: “Ya el día de mañana puede traer una destrucción de proporciones tan enormes que nos veremos separados de los textos y producciones de ayer por siglos.” De su muestra del Libro de lectura para habitantes de ciudades afirma: “…Le aseguro que el efecto que causaba sobre el auditorio burgués era de estupefacción. Jamás sospecharon que un poeta pueda darle forma a la realidad de la vida burguesa antes de que ellos mismos la hayan experimentado.” (Benjamin sobre Brecht/Erdmunt Wzisla.  pág 213), en esos años se iniciaba el fenómeno migratorio por persecución política, lo cual a la vista de un hombre políticamente independiente era una clara señal de alarma, de esta forma al denunciarla dejaba plasmada su responsabilidad ante la Historia. Bertolt Brecht en aquellos tortuosos años treinta, también escribe Leyenda del origen del libro Tao Te King en el camino de Lao Tse a la emigración, un poema que incluso fue memorizado en los campos de internación franceses donde una página periodística llamaba a resistir.  En nuestra nación los editoriales de Ignacio Ellacuría son perlas de advertencia para la posteridad, por ejemplo el fechado el 6 de noviembre de 1979,  (ECA, 1980, 384-385: 929-950), “todavía quedan algunos que quieren negar que se esté dando una guerra civil en El Salvador, engañados por el espejismo de que no es una guerra regular. El enfrentamiento inevitable del cual hablamos en un editorial pasado (ECA, 1980, 377-378) es ya una realidad, aunque todavía no haya tomado las características de la represión por parte del conflicto hay que distinguirlo de la represión por parte del Gobierno y de los “ajusticiamientos” por parte de las organizaciones político-militares. Es un conflicto armado entre las fuerzas regulares y el ejército popular. (Veinte años de Historia en El Salvador (1969-1989) (Ignacio Ellacuría); la visión del futuro connota el estado de la sociedad en ese momento, ante la pregunta: ¿En qué momento nos encontramos? ¿Hacia dónde vamos por este camino?, las respuestas de los autores anotados son categóricas, una decadencia de la sociedad, el ascenso de la represión, la destrucción de los valores humanos, condición que obliga a los pensadores a pronunciarse por los medios disponibles: poemas, revistas, editoriales, oralidad, etc. Benjamin anota: “en la lucha contra esos (fascistas) no se puede omitir nada. No están pensando en nada chico. Planean a treinta mil años. Monstruosidades. Crímenes monstruosos. No se detienen ante nada. Nada se salva de sus golpes” mientras Ellacuría anota: “… creemos cumplir una obligación universitaria y una obligación patriótica. También una obligación cristiana, porque en este empeño están en juego la justicia y la liberación de todo un pueblo, que después de tanta sangre y sufrimiento, después de tanta lucha esperanzada tiene todo el derecho a un futuro mejor”… por esta razón todos aquellos que justifican la muerte (política) de tan notables personas se colocan al lado de las fuerzas asesinas de la historia, al igual que los peores genocidas de la humanidad.

Ver también

«Orquídea». Fotografía de Gabriel Quintanilla. Suplemento Cultural TresMil, 20 abril 2024.