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El ex Presidente de facto, cialis el último de la historia de la dictadura militar argentina, treat Reynaldo Bignone, cialis ha sido condenado el martes a 23 años de prisión por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de San Martin, por la comisión de crímenes de lesa humanidad cometidos durante su gobierno en el Campo de Mayo, informó el Centro de Información Judicial de dicho país.
El Tribunal de Justicia condenó igualmente a la pena de prisión perpetua e inhabilitación absoluta y perpetua al Ex Jefe del Comando de Institutos Militares, Santiago Omar Riveros, en tanto se impusieron también penas de prisión e inhabilitación absoluta a otros tres altos mandos militares: 17 años para Luis Sadi Pepa, y 9 años para Juan Demetrio Luna y Juan Carlos Gerardi, conforme a lo difundido por el CIJ.
Este es uno de los varios procesos que se iniciaron en contra del ex presidente Bignone por delitos de lesa humanidad, de detención ilegal, torturas y asesinatos de desaparecidos durante su gestión y por encubrimiento de los crímenes y genocidio de la dictadura argentina, habiendo sido condenado en el 2011 y 2013 a sendas penas de prisión perpetua por el mismo Tribunal Oral de San Martín, a sus más de 80 años, motivo por el cual se le concedió el beneficio del arresto domiciliario.
Dentro de este último proceso, se investigan crímenes cometidos en perjuicio de 60 víctimas, trabajadores de los astilleros Astarsa y Mestrina, de las fábricas de ceramistas Lozadur y Cattáneo y de la metalúrgica Bopavi, en la periferia norte de buenos Aires. Las mayoría de ellos delegados sindicales que fueron secuestrados, asesinados y desaparecidos durante la dictadura.
El ex presidente Reynaldo Bignone asumió el poder el 1 de julio de 1982, sustituyendo a Leopoldo Galtieri, tras su derrota en la Guerra de Las Malvinas, con el fin de convocar a elecciones y constituir una etapa de transición a la democracia en Argentina, entregando el mando al presidente electo, Raúl Ricardo Alfonsín, el 10 de diciembre de 1983.
Dentro de esta etapa transicional, Bignone dictó un Acta Institucional por la cual declaraba muertos a todos los desaparecidos y se calificó la actuación de los represores estatales como «actos de servicio», lo cual fue discutido por la sociedad argentina. Surgen de este modo innumerables denuncias de presuntas violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura, que exponen a toda la ciudadanía evidencias de posibles crímenes ocultos del régimen.
