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La Iglesia Luterana conmemoró el “Día del Martirio”, donde recordó el asesinato de los jesuitas y dos de sus colaboradas, así como el momento en que el Ejército arrestó a 15 feligreses y la Cruz Subversiva.
El obispo Medardo Gómez explicó que la Cruz Subversiva fue utilizada en un culto especial de adoración, donde la congregación escribió los pecados de la sociedad, comprometiéndose a trabajar para el perdón de las ofensas y fortalecerse para su liberación. Al momento que el Ejército irrumpió en el templo, en búsqueda del obispo, y al no encontrarlo, optaron por llevarse la Cruz, ya que para los militares era demostrar la posesión de material subversivo.
“Quince personas son capturadas en el santuario de la iglesia la Resurrección, doce extranjeros y tres salvadoreños, además, se llevan presa una cruz, la cruz que para ellos es subversiva porque en ella están plasmados los errores y pecados cometidos contra el pueblo como la falta de justicia social, violación a los derechos humanos, bombardeos, calumnias contra la Iglesia, asesinatos, desapariciones, entre otras”, expresó el religioso.
El obispo Gómez en ese momento abandona el país, para salvaguardar su vida, a su regreso aprovecha para solicitar la ayuda necesaria y recuperar la cruz.
El embajador de Estados Unidos promete hacer lo posible y se comunica con el presidente de la República quien rescata la cruz y es llevada hacia Casa Presidencial, allí sigue con su misión de señalar los pecados, en la propia Casa Presidencial, posteriormente cuando otros pastores de Alemania, por segunda vez acompañan al obispo a su país, el presidente Alfredo Cristiani entrega la Cruz a la Iglesia.
