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Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino
Representantes del gabinete de gobierno del presidente de la República Nayib Bukele, recibieron un donativo consistente en 17 centros de lavado con los cuales se podrán limpiar uniformes del personal de salud que atiende a personas infectadas por COVID-19 en los distintos hospitales del país designados para ello.
El equipo de limpieza fue donado por la empresa de electrodomésticos MABE y cuenta con sistema de desinfección de prendas para procurar que la indumentaria de profesionales de salud y pacientes cumpla con las normas sanitarias requeridas.
“MABE desde un inicio nos apoyó con electrodomésticos para el equipamiento de los centros de contención, luego con la fabricación de Aerobox para la protección del personal médico y ahora con 17 centros de lavado para el Hospital El Salvador”, dijo Luis Rodríguez, comisionado presidencial y de proyectos estratégicos.
El funcionario resaltó que son estos esfuerzos de la empresa privada nacional los que permiten la optimización de procesos y recursos al Gobierno durante la pandemia, contribuyendo así a la protección de los profesionales de salud que se encuentran en la primera línea de batalla contra el COVID-19.
Rodríguez agradeció a los donantes su compromiso con el país desde el inicio de la emergencia nacional por el brote de coronavirus que afecta al país, no solo mediante la entrega de diversos tipos de equipos; sino, también, por sus aportes en cuanto a ideas para mejorar la respuesta a la pandemia.
Al respecto, Carlos Alvarenga -viceministro de Salud- sostuvo que la importancia del donativo radica en el fortalecimiento de la bioseguridad en las prendas que utiliza tanto el personal de salud como pacientes.
“Todos estos servicios de apoyo son valiosos y tienen que estar en cada uno de los centros que brindan atención durante la pandemia, ya que las condiciones actuales son complejas y lo serán más durante las próximas semanas”, afirmó el funcionario.
El vice titular del MINSAL sostuvo que el cambio del sistema de salud en solo tres meses es impensable, pero se desarrolla en forma progresiva, creando así mayor capacidad instalada en los centros de salud como soporte de respuesta a la amenaza que representa la COVID-19.
