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DÍA DE LOS TRABAJADORES: A MARCHAR UNIDOS

Licenciada Norma Guevara de Ramirios

El 1 de mayo es internacionalmente reconocido como Día de las y los Trabajadores y es un día para evidenciar las demandas de la clase trabajadora, afirmar conquistas logradas a lo largo del tiempo.

Los trabajadores y trabajadoras, sin lugar a discusión, son autores determinantes de la creación de la riqueza; sin embargo, el sistema imperante en la mayor parte del mundo, en el reparto de esa riqueza, son los menos favorecidos.

Esta es la causa de la indignante desigualdad, injusticia y sistemas políticos opresivos, en los que la ley se usa para favorecer a las empresas transnacionales y a las oligarquías locales.

La organización, la movilización y posicionamiento de los trabajadores representa el camino para lograr pequeñas conquistas en favor de las y los trabajadores; por eso, quienes buscan acaparar la mayor parte de riqueza, se empeñan en mantener fragmentada, atomizada la poca organización laboral existente.

En nuestro país se han vivido épocas diferentes, de luchas que han logrado derechos, de fortaleza y movilización, así se conquistaron la seguridad social, el salario mínimo, el derecho a la estabilidad laboral, leyes de escalafón en distintos ramos del servicio público, como salud y educación; todo esto está atropellado en el último quinquenio.

Por eso es importante que las organizaciones laborales del sector publico y privado que existan se unan, para que su unidad y fuerza permita detener el deterioro que se ha experimentado bajo la administración del actual gobierno.

Los motivos para marchar este Primero de Mayo y expresar las demandas de hoy, son abundantes, y es esperanzador que la convocatoria a marchar indique una voluntad de trabajar unidos. El Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular (BRP), uno de los primeros convocantes de la marcha, ha indicado que la unidad es para recuperar la nación.

Son varias los agrupamientos que están llamando a marchar unidos, saliendo desde la plaza de El Salvador del Mundo y, sin duda, cada uno de los sectores, movimientos y organizaciones pondrá en alto sus reivindicaciones específicas.

El aumento al salario mínimo, el cese a los despidos de trabajadores,  respeto a la organización sindical, la lucha por la libertad de los detenidos injustamente, la exigencia del presupuesto para la Universidad de El Salvador, el rechazo a la discriminación en materia salarial contra las mujeres, el cumplimiento al escalafón magisterial y el de los trabajadores de la salud, el cumplimiento a contratos colectivos, en fin, los motivos son muchos y la expresión de los mismos en unidad es  un fuerte reclamo al Estado, y a los  empresarios.

El costo de la vida se ha visto incrementado, el elevado costo de los servicios de agua, energía eléctrica, agravan las condiciones de vida de la mayor parte de nuestra sociedad con bajos ingresos.

En el campo, la situación es peor y la perspectiva de una política que ayude a recuperar la producción y a mejorar la situación de las y los trabajadores del campo no asoma, solo las amenazas, como la aplicación del régimen de excepción, la sequía que agravará aún más la dependencia de productos alimenticios y la consecuente alza de precios.

De las condiciones políticas que vendrán de la reducción de municipios, solo se prevé los despidos y los posibles aumentos de impuestos; igual que para el sector transporte, la incertidumbre por las decisiones que  al respecto han sido tomadas por el ministerio de obras publicas y la mayoría legislativa oficialista.

Sin duda, más que nunca, se requiere unidad de las y los trabajadores para hacer notar que como pueblo aspiramos a una vida digna, con justicia, en libertad, con respeto a los derechos humanos de todas y todos, sin violencia faminicida y sin mandatos de convertir al magisterio en un grupo de “pone dedos”,  que sirva para futuras capturas.

El país necesita que se cumplan sus derechos a la salud, a la educación, a la seguridad y a la justicia y tener oportunidades que le permitan alimentarse los tres tiempos.

Otros países de la región, con hechos como la Marcha en Defensa de la Educación Pública, en Argentina, son un ejemplo para imitar, por eso pertenezcamos o no a alguna organización laboral, unámonos a marchar este Primero de Mayo.

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