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Cuánto cuestan las mentiras

Licenciada Norma Guevara de Ramirios

El engaño es un signo distintivo del actual gobierno; se ha convertido en estilo del discurso de cada funcionario y en repetición automática de sus seguidores inducidos por la publicidad pagada con impuestos del pueblo, en todos los medios digitales y abiertos. El costo inevitable es el retroceso del país.

El discurso de Bukele ha guiado y guía esa conducta desde que era alcalde de San Salvador y criticaba al partido que lo llevó a la alcaldía y al gobierno, con lo cual daba la impresión de ser una persona atrevida y capaz de lograr cosas que  la gente espera y que no son siempre posibles.

Afirmaba por ejemplo, que con el dinero de un crédito para construir la sede de la Asamblea Legislativa ( 26 millones de dólares), el era capaz de construir dos hospitales. Pero su hospital inconcluso sobre lo que fueran instalaciones de la Feria Internacional (CIFCO), tomó 25 millones del Instituto del Seguro Social, para equipar su primera fase traslada equipos y personal de otros hospitales, reorienta 30 millones del préstamo recién aprobado por la  derecha legislativa y se ignora que más.

Ese solo ejemplo debería servir para que quienes confiaron de buena fe en sus palabras se den cuenta que fueron y siguen siendo un engaño, costoso para la sociedad pues termina estafando algo que no tiene precio, como es la confianza y la esperanza de mucha gente.

Presionó por la  aprobación del préstamo de Salud con el cual se planificó en el gobierno de Salvador Sánchez Cerén, el nuevo hospital Rosales, un hospital para la zona norte de San Salvador en el municipio de Nejapa, varias unidades de salud familiar conocidas como ECOS, centros de espera materna  y equipos para esos establecimientos de salud; con el préstamo aprobado se programó el inicio de esas obras  que hoy están paralizadas.

No las continúa este gobierno y la población necesita  los servicios. Ahora  se  dice que los fondos iniciales para esas obras han sido reorientados. ¿para donde, como y porque? Estamos frente a otro engaño que costará caro al desarrollo de la reforma de salud que empezó en el año 2009, con los gobiernos del FMLN avanzó, al punto de duplicar los centros para atención primaria en salud.

Desde fuera criticó el endeudamiento del país y afirmaba que había que cobrar los impuestos a los grandes empresarios y combatir la evasión fiscal, pero lo que tenemos ahora, al margen de la pandemia por el COVID 19, es el endeudamiento más alto en el tiempo más breve de la historia, que supera  los cuatro mil millones de dólares. Tres mil millones aprobados  en el marco  de la emergencia por la pandemia,  y los préstamos gestionados en el primer semestre de su gobierno y para  financiar el presupuesto del presente año.

Por ningún lado se ven asomos de combate a la evasión, al contrario, se han aprobado iniciativas gubernamentales que dispensan más de mil millones de dólares en impuestos a grandes contribuyentes. Prometió que quitaría las contribuciones especiales que se establecieron para la seguridad. La gente sabe que de eso  ni hace, ni dice nada.  Otro engaño para los incautos que   creyeron en su palabra.

Hizo desplante sobre el combate a la corrupción y son inocultables las distintas formas de corrupción de su gobierno, lo que trata de callar o retardar los destapes criticando a  periodistas que investigan y  negando  información. 72.3% de los salvadoreño aceptan que el presidente está obligado a informar sobre el uso del dinero en la pandemia.

Desde que era alcalde dio señales de nepotismo, pero como gobernante  consolida el uso abusivo  e ilegal de sus atribuciones al entregar  mando a sus hermanos, a toda su parentela y amigos, igual práctica se observa de sus funcionarios más cercanos.

Estos ejemplos están lejos de agotar  los engaños de Bukele y su gobierno. Es obligado   reflexionar sobre los elevados costos sociales, financieros y políticos del  discurso engañoso y las mentiras del gobierno.

Retrocesos en salud que cobra calidad de vida y vidas a la mayoría de la sociedad, retroceso en conquistas democráticas alcanzadas con esfuerzo a lo largo del tiempo, como el derecho a la información, la libertad de expresión y de prensa. El derecho a la verdad sobre las obras que como continuidad ejecuta el gobierno, que quedaron proyectadas, presupuestadas y financiadas.

La identidad de un pueblo, se construye con avances sucesivos, al margen de los gobiernos de turno, pero otro engaño del actual gobierno, es negar la historia y las conquistas del pueblo, borrar su memoria, manipular la  mente de la gente y convertirla en soporte de una dictadura. Ese costo debe evitarse despertando a quienes todavía creen en las mentiras del gobierno.

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