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Salvador Ventura
El público lector debe jugar un papel decisivo para de alguna manera obligar a la prensa a cumplir su papel de informar y comentar con responsabilidad, buy viagra ética profesional y veracidad, sovaldi para ello puede perfectamente censurar con su desprecio este tipo de publicaciones tan dañinas para la salud mental.
Si bien es cierto que la ética profesional no se funda sólo en la libertad, elemento básico por cierto, sino de manera primordial en la conciencia del periodista; cuantas veces en este país protestan por “limitaciones” a su independencia, sobre todo a su pauta publicitaria, pero sin atender su responsabilidad para con sus lectores.
El Diario de Hoy, es un claro ejemplo de violación a los principios básicos de la ética, la responsabilidad social, el honor y otros valores tan cercanos a la privacidad y libertad de las personas. Al mentir, manipular o distorsionar la información ofende no sólo a las instituciones sino también a sus lectores.
En su editorial del miércoles 17 de septiembre del año en curso, titulado “Cambien de estrategia para lograr lo que todos deseamos”, no sólo procede como asesor de ciertos médicos que de manera interesada promueven desórdenes en los hospitales Rosales y Zacamil, sino calumnia y distorsiona los hechos.
No es ningún secreto que los “paros” y acciones desestabilizadoras en estos hospitales responden a intereses político-partidarios (el 10 de este mes, por ejemplo, fueron publicados dos campos pagados de una página cada uno supuestamente para dar a conocer los motivos de la “huelga”, de ¿dónde salió el dinero?) de Arena.
El Diario de Hoy, luego de recomendar al grupo de médicos “marchar y manifestarse”, señala “Salud está en manos de militantes sin capacidad alguna para administrar recursos, que niegan información, que raras veces visitan las dependencias a su cargo pero que mantienen intensas campañas propagandísticas exhibiendo maravillas que simplemente no existen…”
El mismo lenguaje y discurso utilizado por los dirigentes de Arena, con la suma de adjetivos y calificativos denigrantes y perversos. El mismo presidente de la república Salvador Sánchez Cerén, en uno de sus primeros actos oficiales visitó el hospital Rosales y en pocas semanas inauguró la primera farmacia de especialidades.
La misma supervisión permanente mantienen las autoridades del Ministerio de Salud, por medio de los directores de los hospitales, no hace falta por lo tanto visitar todos los días los nosocomios, pues para eso existen los funcionarios nombrados: para administrar y vigilar por el cumplimiento de las distintas funciones.
Sin embargo, en el hospital Rosales, el grupito de médicos no quiere cumplir con sus obligaciones como el hecho de registra su ingreso y su salida de manera biométrica, es decir estampando su huella digital en un aparato de avanzada tecnología, como lo hacen en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) y otros nosocomios.
El editorialista de El Diario de Hoy, sin embargo, tan diligente para “dar recomendaciones” de cómo “presionar al gobierno”, ignoró casi por completo la malversación de fondos y la estafa pública al Estado cometida en reconstrucciones nunca realizadas en los hospitales Santa Teresa, de Zacatecoluca, Usulután y San Rafael, de Santa Tecla. No vimos a sus “audaces” reporteros investigando, buscando datos, para escribir un fundamentado reportaje sobre la “desaparición” de más de $24 millones otorgados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para la construcción del hospital de Maternidad, durante el último gobierno de Arena.
En las últimas semanas ha sido condenado el ex ministro de Salud Pública de Arena, Guillermo Maza Brizuela, por actos de corrupción en la reconstrucción (nunca finalizada) del hospital Santa Teresa, de Zacatecoluca. ¿Por qué entonces este periódico ataca las obras del actual gobierno y no investiga y publica los casos de corrupción de los regímenes areneros?
Lo hemos dicho y lo reiteramos, este medio de difusión al igual que otros de generales conocido sigue una agenda del partido Arena y no tiene conciencia de su responsabilidad, no posee ética profesional y distorsiona los hechos, sobre todo acciones de este gobierno, con fines claramente electoreros.
Los hechos aislados del contexto de una información cambian el significado de la misma, en El Diario de Hoy saben de esto, pero lo hacen sin importarles faltar las más elementales normas éticas, porque su propósito fundamental es seguir una agenda plagada de calumnias y difamaciones del partido Arena. Esta es la gran verdad.
