Diario Co Latino 133 años informándote con credibilidad
Artículos relacionados
Rolando Alvarenga
@DiarioCoLatino
Con la aprobación protocolar de la Asamblea Legislativa, los presidentes de las federaciones de Karate, Oswalds Mata, y de Judo, Luis Chévez, serán condecorados por el Gobierno de Japón con la “Orden del Sol Naciente, Rayo de Oro y Plata”. Reconocimiento que les será otorgado por su contribución al estrechamiento de los lazos culturales entre Japón y El Salvador y por su longevo trabajo al servicio de estas disciplinas orientales.
Con Grados de 8o. Dan, de un total de 10o en el caso de Chévez y Mata 7o. de 10o., se trata de dos experimentados exponentes de las Artes Marciales salvadoreñas e internacionales, que se han pasado más de la mitad de sus vidas tirando patadas y trompones tanto a nivel competitivo, como en la noble, pero exigente misión de instruir a las diferentes generaciones.
Con tantos años de práctica, Chévez ha ido más allá en la técnica de levantar por los aires a sus contrincantes y aterrizar sus espaldas contra el tatami para ganar por ippón y a sus años es poseedor de mucha fuerza física para someter a cualquier cristiano. Mata por su parte es todo un Sensei y Samurai especialista en la ruptura de tejas, ladrillos, pero sobretodo, en el dominio coreografico de las armas asiáticas.
Son dos tipos tenaces y de mucha entrega que a través de los años han piloteado con buen suceso la presidencia de sus federaciones. Ha trabajado tanto tiempo que Chévez está al borde de la jubilación y Mata todavía tiene varios años para seguir aportando al karate y en lo personal, seguir entrenado duro con la vista en el próximo Dan. En lo económico y hasta hace unos tres o cuatro años, Chévez se metía la mano a la bolsa para solucionar “emergencias federativas”, bajo la condición de la reintegración, pero un día la Corte de Cuentas le notificó que “no lo hiciera más” y le tocó acatar. Mata por su parte siempre está en la rebusca de mantener activo y competitivo su deporte, sobretodo, en los eventos internacionales y siempre termina “cumpliendo la misión”.
Ambos son figuras estelares en sus disciplinas y a través de los años han contado con el apoyo de la Embajada de Japón para el impulso de sus planificaciones deportivas en pro de la niñez, juventud y adultos. Por lo general este respaldo ha sido en implementos deportivos o en personal técnico procedente de Japón por medio de la JICA (Agencia de Cooperación Internacional del Japón). Incluso en el caso del judo, ya ha tenido la oportunidad que entrenadores y atletas viajen a bases de entrenamiento a Tokio y el karate disputa la Copa de Japón, como uno de sus máximos eventos del año.
Finalmente y en lo deportivo, viene al caso hacer alusión de que en el transcurso de los años no han faltado los morbosos rumores e interrogante sobre ¿qué pasaría sí algún día estos maestros llegaran a enfrentarse en una pelea benéfica en la duela principal del Palacio de los Deportes?
