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Redacción Nacionales
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A treinta años de los Acuerdos de Paz, el Comité Mexicano por la Paz y la Justicia exigió el cumplimiento irrestricto de los compromisos establecidos en dichos acuerdos, porque fueron firmados con la sangre de más de 80,000 mujeres y hombres así como de las miles de personas desaparecidas, pues conseguir la paz para el pueblo salvadoreño no fue sólo una dádiva otorgada por un determinado gobierno, sino el esfuerzo prolongado y constante de las diversas partes que intervinieron para hacer posible este logro.
Asimismo, consideró que es preocupante la situación de violencia generalizada, en gran parte promovida desde el mismo Estado, que afecta la tranquilidad y el buen desarrollo de la vida democrática en El Salvador, porque no se puede mantener la paz, sin garantizar la justicia y la libertad para ese mismo pueblo.
“Hoy más que nunca, es necesario defender el Estado de Derecho y el respeto a los Derechos humanos de la población salvadoreña que tanto sacrificio ha costado a lo largo de muchos años. La memoria histórica nos permite entender las dificultades que significan mantener la paz en un país como El Salvador, en el que en este año se cumplen, igualmente, 90 años de una fecha trágica: la de la matanza de miles de ciudadanos ocurrida en 1932”, señaló mediante un comunicado.
El Comité Mexicano se solidarizó con las demandas de paz, justicia y libertad de los salvadoreños, sus pueblos originarios, de quienes se han visto obligados a migrar a otros países en busca de una mejor vida y sufren alguna forma de represión y abuso de poder. A la vez, recordó al poeta Roque Dalton, quien fue asesinado, y a través de su literatura hizo conocer a muchos la compleja realidad de su país, al decir “unámonos contra los asesinos de todos contra los asesinos de los muertos y de los medios muertos, todos juntos tenemos más muerte que ellos,
pero todos juntos tenemos más vida que ellos”.
El 4 de abril de 1990 se firmó en Ginebra el compromiso de buscar una salida negociada al conflicto armado, en la exguerrilla de El Salvador representada en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional y el Gobierno de turno, bajo el seguimiento de las Naciones Unidas. El “acuerdo de Ginebra” definía terminar el conflicto armado por la vía política, al más corto plazo posible, impulsar la democratización del país, garantizar el irrestricto respeto a los derechos humanos y reunificar a la sociedad salvadoreña”.
El Comité Mexicano por la Paz y la Justicia está conformado por Georgina Edith Rosales Gutiérrez, Anabela Carlón Flores, Argelia Betanzos Zepeda, Lucila Bettina Cruz Velázquez, Sandra Luz Espinosa Zepeda, José Raúl Vera López, Jaime Rello Gómez, Juan Dionicio Peña, Luis de la Peña Martínez, Efrén Cortés Chávez, José Luis Fernández Flores, Alberto Patisthán Gómez y Miguel Ángel Zenón Romero.
