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Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino
Con el objetivo de sensibilizar la problemática creciente de embarazos en niñas y adolescentes que aqueja a la región centroamericana, la Asamblea Legislativa, por medio de la Unidad de Arte y Cultura, con el apoyo de la embajada de Suecia, inauguró la exposición fotográfica: ¨Vidas robadas, niñas teniendo niños¨.
¨Las imágenes corresponden a historias de nueve niñas guatemaltecas y muestran la cotidianidad y el dolor de ellas. El tema de las niñas embarazadas en Guatemala, describe el amplio y significativo problema que toca la raíz de toda la violencia basada en genero y desigualdad en todo el mundo, señalando como a las mujeres y en especial a las niñas se les da un menos valor que a los hombres, condición que ellas consideran normal¨, dijo Luis Rivas, cónsul honorario de Suecia en El Salvador.
Este fenómeno no solo se vive en el vecino país, sino también se ve reflejado de manera preocupante en El Salvador, donde cada vez es más frecuente debido a causas estructurales como la pobreza, la exclusión, la discriminación y los patrones patriarcales arraigados en la sociedad que condicionan a la mujer, desde sus etapas más tempranas de vida, a un rol meramente reproductivo.
¨Según las estadísticas oficiales del país, es lamentable la situación de niñas y adolescentes que a temprana edad están experimentando la maternidad, dejando la mochila de la escuela, por una mochila de pañales¨, expresó Hugo González, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas en El Salvador (UNFRA).
Investigaciones realizadas por el Ministerio de Salud (MINSAL), Instituto Salvadoreño de la Mujer (ISDEMU) y en Consejo Nacional para la Niñez y la adolescencia (CONNA) arroja que tres de cada cuatro niñas que estaban estudiando y salieron embarazadas dejaron los estudios. Además, que una de cada cuatro niñas iniciaron sus relaciones sexuales de forma no consentida. Asimismo, datos del Instituto Medicina Forense de El Salvador reflejan que en 2015 habían 2048 denuncias de violencia sexual, de las cuales el 80% eran en menores de 19 años y el 75% eran perpetradas por familiares y amigos cercanos a las niñas.
Un total de 1634 niñas fueron víctima de violencia sexual ese año, lo que implica que cada día cuatro niñas o adolescentes son agredidas sexualmente, indica el instituto.
En el país, las menores de edad se encuentran inmersas en un entorno comunitario caracterizado por patrones culturales a través de los cuales se naturaliza el embarazo y la maternidad antes de los 18 años de edad. Un ambiente social lleno de mensajes que promueven la tolerancia y el ejercicio de la violencia de género en la comunidad, son víctimas de coacción, violencia, desigualdad de género y generacional.
Para Lorena Peña, presidenta de la Asamblea Legislativa, el embarazo en niñas afecta la vida de la menor y la de su hijo o hija, fomenta la deserción escolar en la mayoría de casos, además, reduce sus posibilidades económicas y daña en su conjunto a la familia. ¨Una niña de 10 años debe ser tratada con cuidado y respeto, debe tener una vida rodeada de cariño por su familia¨, señaló la funcionaria.
La diputada también se refirió a la legislación nacional actual donde la ley, si bien es cierto establece que el Estado debe proteger a la familia y a los y las menores de edad, también dicta que los menores infractores deben ser penados con un tercio de la pena por el delito cometido. Esto significa que si alguna menor abortara tendría una pena de 10 años de cárcel, por lo que Peña advierte la necesidad de una labor de salud pública, de educación y una vigilancia más clara para contribuir a disminuir y erradicar esta situación.
La parlamentaria catalogó esta exposición fotográfica como una obra de arte que busca crear conciencia y agradeció el apoyo de la embajada de Suecia y del Fondo de Población de Naciones Unidas. La muestra estuvo a cargo de la foto periodista independiente Linda Forsell, quien entre 2010 y 2012 trabajó en el proyecto ¨causa de muerte¨ documentando la violencia hacia mujeres en 10 países del mundo. En 2013 Forsell se dedicó a documentar la vida de las niñas embarazadas en Guatemala.
