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En las conclusiones de la Comisión de la Verdad, ask creada por la ONU como producto del Acuerdo de Paz, viagra que puso fin a más de doce años de guerra civil en El Salvador, help dice de forma determinante y enfática: “El ex mayor Roberto d´Abuisson dio la orden de asesinar al arzobispo y dio instrucciones precisas a miembros de su entorno de seguridad, actuando como “escuadrón de la muerte”, de organizar y supervisar la ejecución del asesino”.
“Los capitanes Álvaro Saravia y Eduardo Ávila tuvieron una participación activa en la planificación y conducta del asesino, así como Fernando Sagrera y Mario Molina”.
“Amado Antonio Garay, el motorista del ex capitán Saravia, fue asignado y transportó al tirador a la capilla. El señor Garay fue testigo de excepción cuando, desde un Volkswagen rojo de cuatro puertas, el tirador disparó una sola bala calibre .22 de alta velocidad para matar al Arzobispo”.
d´Abuisson, según la Comisión de la verdad, consiguió gran apoyo de personajes civiles con grandes recursos económicos. “La Comisión de la Verdad obtuvo muchos testimonios de que algunos de los más ricos terratenientes y empresarios del país y fuera del país, prestaron sus fincas, sus casas, sus vehículos, sus guardaespaldas para ayudar a los escuadrones de la muerte”.
Resulta que d´Abuisson fue el fundador de ARENA, y muchos de sus primeros cuadros fueron parte de ese círculo de empresarios y terratenientes que la Comisión de la Verdad dice que colaboraron con el fundador de ARENA y acciones vinculadas a los escuadrones de la muerte.
Varios de los integrantes del Frente Amplio Nacional (FAN), fundado también por d´Abuisson, y de la Cruzada Pro Paz y Trabajo, formaron parte posteriormente del partido ARENA.
“Es necesario aclarar las relaciones entre miembros de la empresa privada y algunas familias adineradas con el financiamiento y uso de escuadrones de la muerte”, dice el informe de la Comisión de la Verdad.
Pero habida cuenta de que Roberto d´Abuisson fue el máximo líder y su fundador, la ARENA actual debe pedir perdón no solo a la familia de Monseñor Romero, sino a todo el pueblo salvadoreño.
Mientras ARENA siga idolatrando a d´Abuisson y no pida perdón, la historia seguirá señalando la responsabilidad de algunos de sus fundadores en aquellos casos deleznables como el crimen contra Monseñor Romero, el Santo de América.
