Redacción Nacionales
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Las principales portadas de los medios de comunicación destacaron este miércoles pasado las imágenes en libertad de el abogado ambientalista Alejandro Henríquez y el líder religioso de la Iglesia Cristiana Elim, José Ángel Pérez, que por más de ocho meses pasaron detenidos acusados de un delito que no cometieron.
Al recobrar la libertad ambos tendrán que recibir tratamiento médico, ya que tras permanecer detenidos en el Centro Penitenciario La Esperanza, conocido como Mariona, su salud ha sido afectada en lo físico y emocional.
El abogado defensor Oswaldo Feusier, cofirmó dicha situación y detalló que durante la reclusión los procesados presentaron diversos malestares, entre ellos dolores de cabeza, insomnio, ansiedad y tensión.
Feusier dijo que en el caso de Pérez se reportó afectación en el sentido del oído, aunque los exámenes practicados por Medicina Legal descartaron daños de gravedad.
Y en el caso del abogado ambientalisa Henríquez adquirió una afección dermatológica durante su permanencia en el penal, la cual será tratada ahora que se encuentran en libertad.
El abogado Feusier indicó que afortunadamente los ambientalistas no contrajeron tuberculosis, una enfermedad altamente contagiosa en los centros penales.
Un estudio científico publicado recientemente en la revista especializada en salud pública The Lancet advierte que los casos de esta enfermedad, en El Salvador, podrían incrementarse hasta en un 112 % durante la próxima década, como consecuencia del hacinamiento carcelario derivado del régimen de excepción.
Los ambientalistas salieron libres durante la audiencia preliminar celebrada en el Centro Judicial Integrado de Santa Tecla, donde el Juzgado Segundo de Instrucción decretó la libertad del abogado ambientalista Henríquez y del pastor Pérez, integrante de la comunidad El Bosque.
Henríquez y Pérez permanecieron privados de libertad desde mayo de 2025, tras ser capturados violentamente por acompañar a familias en riesgo de desalojo durante una protesta pacífica frente a la residencial Los Sueños.
Oswaldo Feusier, abogado defensor de Henríquez y Pérez, explicó que el caso se resolvió mediante un proceso abreviado, en el cual se les impuso una condena de dos años de prisión por el delito de resistencia agresiva y un año por desórdenes públicos. El Juzgado Segundo de Instrucción ordenó su liberación inmediata.
Al salir del juzgado, Henríquez calificó el proceso de detención como “duro”, sin embargo, aseguró que en los últimos días de su detención recibieron atención médica en el centro penal.
La Fiscalía los acusaba de los delitos de desórdenes públicos y resistencia agresiva al arresto, en el marco de una protesta pacífica realizada para evitar desalojos en la cooperativa El Bosque, Santa Tecla, departamento de La Libertad.
En julio pasado, Amnistía Internacional declaró a Henríquez, Pérez y a Ruth López como “presos de conciencia”, una categoría que no se utilizaba en El Salvador desde el periodo de la guerra civil.
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