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Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
Antonio Baños, director de Cáritas de El Salvador, explicó que el Papa Francisco ha decidido unir el concepto de “migrante y refugiado”, para enviar un mensaje al mundo sobre la necesidad de sensibilizarse y proteger los Derechos Humanos de este grupo poblacional, quienes a diario están expuestos a la violencia y vulneración de su dignidad.
En el lanzamiento de la campaña “Compartiendo el Viaje”, la Iglesia católica universal ha puesto en acción una serie actividades, en busca de visibilizar esta problemática social, que toca los límites de “crisis” a nivel mundial. Acompañando a la vez, organismos internacionales que abordan la temática como el ACNUR.
En la conmemoración del Día del Refugiado, este 20 de junio, Cáritas El Salvador, celebró el foro: “Una Iglesia en Solidaridad por el Respeto de los Derechos Humanos de las Personas Refugiadas”, que tuvo como objetivo expresar la preocupación, que asiste a la Iglesia, ante las decisiones de la administración del presidente Donald Trump con la migración centroamericana.
Baños, consideró que pese a que el ACNUR no está reconocido por el gobierno salvadoreño, para actuar en el país, endosan su confianza a la visión que tienen sobre refugiados, por tanto, serán “socios estratégicos” para tocar ese fenómeno social en el país.
“Hay personas con necesidades de protección y dentro de ellas, están algunas víctimas por el desplazamiento forzado. El país no es tanto de destino, ni es un país que esté siendo bombardeado, porque llegan muchas personas solicitantes de refugio. Nosotros estamos atendiendo la deuda histórica que hay… Es un grupo de cuarenta personas, tenemos algunos nicaragüenses por la crisis que viven en su país, han solicitado refugio y casos de hondureños, venezolanos y colombianos, pero no es una gran cantidad”, señaló.
Asimismo, señaló el interés por los compatriotas que se encuentran en la condición de peticionar refugio en varias partes del mundo, pero más fuerte en México y los Estados Unidos. Sabemos que muchas personas, a raíz de la situación de violencia del país, piden refugio al llegar a las fronteras, pero son regresados y eso es violatorio a la convención, pues lo convierte en deportación, estás son las realidades en las que están estas personas”, sostuvo.
Jorge Álvarez, Oficial de Protección de la Oficina del ACNUR en El Salvador, manifestó que el trabajo de atención y respuesta al refugiado, junto a Cáritas El Salvador es importante por que se dan medidas de protección a personas desplazadas internamente y personas deportadas, que se constituyen personas de interés para ambas organizaciones.
“En El Salvador hay 48 refugiados y 20 solicitantes de asilo, pero las cifras anuales (del ACNUR), reportan 70 millones 800 mil personas desplazadas en el mundo, durante el año 2018, un alza, en comparación a 2017 que fueron 67 millones 500 mil y persisten las situaciones de violencia, desplazamiento forzado interno, siguen situaciones que generan personas apátridas y deportados con necesidades de protección”, indicó.
En su mensaje, en la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, el papa Francisco hizo el llamado a las sociedades en los países desarrollados, al referirse a la tendencia al “individualismo”, que multiplicada por la red mediática y social produce la “globalización de la indiferencia”.
“En este escenario, las personas migrantes, refugiadas, desplazas y las víctimas de la trata, se han convertido en el emblema de la exclusión, porque además de soportar dificultades por su misma condición, con frecuencia son objeto de juicios negativos; se las considera responsables de los males sociales. La actitud hacia ellas constituye una señal de alarma, la cual nos advierte de la decadencia moral a la que nos enfrentamos si seguimos dando espacio a la cultura del descarte”, reflexionó.
