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Sara Deleón Argueta recuerda del Beato Oscar Arnulfo Romero su sencillez y la profundidad de su mensaje, sovaldi ampoule que solo le recuerda los tiempos heroicos de los profetas de la Biblia. “Cuando leí al profeta Jeremías, mind la denuncia de la injusticia y el llamado a cambiar nuestras vidas es igual a lo que Monseñor Romero predicó… él vivió como santo”, rx comentó.
“Estoy aquí (Basílica del Corazón de Jesús) desde temprano he pasado a verlo y orar por la paz del país”, afirmó, y recodó al profesa desde sus tiempos como Obispo en la Diócesis de Santiago de María, en 1974.
Sara conoció a Monseñor Romero siendo una adolescente, en una celebración eucarística que realizó en un cantón de Santiago de María, Usulután, que ofició durante las fiestas de la (Virgen) Inmaculada Concepción.
“Se miraba sencillo y escuchaba a la gente humilde… se sentaba con los niños y niñas para hablarles con cariño siempre habló con la verdad. Me gustaba su elocuencia al hablar y de su prédica nadie se sentía cansada o aburrida de escucharlo”, recordó.
Ya en San Salvador, a sus 59 años, Monseñor Oscar Romero, fue nombrado el 3 de febrero de 1977, Arzobispo de San Salvador, en una ceremonia sencilla, como registran los documentos del Arzobispado.
“No había domingo que no escuchara sus Homilías, que domingo a domingo la gente escuchaba por la YSAK o iba a Catedral (metropolitana) que se llenaba tremendamente para oír su voz, su enseñanza, sus pedidos para parar la injusticia y la muerte contra inocentes”, reseñó.
Sara recuerda aún como la estremeció la noticia del atentado dinamitero a la Radio YSAX, el aumento de la represión estatal contra la población y las declaraciones del Mayor Roberto d´Abuisson en televisión acusando a Monseñor Romero de desestabilizador.
“Ese señor d´Abuisson cuando salía acusando a alguien por la televisión algo le pasaba a la gente y cuando lo oí hablar de Monseñor Romero me dio un vuelco el corazón y me dio mucho miedo que podría ser su asesinato anunciado… lo cual ocurrió, fue un día triste y doloroso, recuerdo aún los estallidos de bombas que se oyeron esa noche -pensé- que hasta habían decidido dinamitar esta basílica en la que estamos, por la cercanía del estruendo de las explosiones”, narró.
Ahora, frente a las reliquias del Beato Oscar Arnulfo Romero eleva una oración por la paz y pide a la población unirse para pedir a Dios para que acabe la violencia en el país.
“Siempre el Señor elige a alguien, para que le señale al pueblo si vamos mal y Monseñor Romero fue el intercesor de Dios aquí en el país; sus reliquias son valiosas y que la Iglesia Católica ha reconocido su santidad y las personas que tenemos fe en las reliquias, nos puede hacer un milagro por su intercesión ”, concluyó.
Mientras, a un costado de la Basílica, Jorge Orellana, miembro de la Cofradía del Divino Salvador, junto a sus trabajadores da los últimos ajustes al anda que cargarán 40 personas mañana 5 de agosto en su camino hacia Catedral Metropolitana para la Transfiguración.
El grupo de cargadores provienen de todas las hermandades del país y lo consideran un honor grande participar en los actos religiosos.
“Estamos preparando el anda que llevará la venerada imagen del Divino Salvador del Mundo, patrono de la república; saldremos el 5 de agosto, a eso de las 4 de la tarde desde la Basílica Sagrado Corazón hacia Catedral, recorreremos 14 cuadras que representan los 14 departamentos del país”, informó.
El “anda mayor” cuanta con sus propias características, mide 13 metros de largo, es de madera de cedro, que pesa una tonelada, sobre ella, se dispone un grupo de ángeles -que según Orellana- datan de principios del siglo pasado, por lo que son muy valiosos y a la vez frágiles.
“Estamos trabajando en el atavío de los ángeles, al que se le llama la Corte Celestial del Divino Salvador del Mundo, originalmente, eran 18 ángeles de tamaño natural, pero con el paso del tiempo se han ido deteriorando y perdiendo, ahora solo tenemos cuatro que las estamos recuperando, esperamos que la población asista masivamente como todos los años”, reiteró.
Iglesia católica invita a feligreses celebrar
El Arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas, hizo un llamado a la feligresía a participar de la mejor manera en los actos litúrgicos dedicados al Divino Salvador del Mundo que son celebradas del 1 al 6 de agosto.
Según el arzobispo, ahora se tienen novedades muy hermosas para la celebración del Divino Salvador del Mundo. “Es la primera vez que celebramos al Divino Salvador del Mundo con nuestro querido Monseñor Romero beatificado, nosotros tenemos fe y tenemos confianza que nuestro beato Óscar Arnulfo Romero está intercediendo por este país, por la paz de este país”, recalcó.
Las reliquias de Monseñor Romero que acompañarán el cortejo procesional es la camisa que vestía el 24 de marzo de 1980, cuando fue asesinado mientras celebraba un misa en capilla del hospital Divina Providencia, en la colonia Miramonte, de San Salvador, la cual ha sido colocada en una urna de vidrio.
La camisa aún tiene las marcas de sangre y es acompañada por el cuadro que contiene la misma imagen del obispo mártir que fue develada el pasado 23 de mayo, cuando fue declarado beato. Las reliquias ya se encuentran en la Basílica del Sagrado Corazón donde son visitadas por cientos de feligreses.
Como parte de las actividades religiosas desde el pasado 28 de julio inició la novena en honor al Divino Salvador del Mundo, como una preparación no sólo para celebrar las fiestas patronales, sino para que cada salvadoreño se “transforme” en mejores personas.
La novena concluirá el 5 de agosto con la Santa Misa, a las 6.30 de la mañana, posteriormente la imagen del Divino Salvador del Mundo será llevado en procesión a la parroquia El Calvario y a las 10.30 de la mañana a la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús.
A las 3 de la tarde están programadas las vísperas, para luego iniciar la procesión hacia catedral donde se tendrá el acto de trasfiguración o conocido popularmente como “bajada”.
Para el 6 de agosto, a las 9 a.m. en el atrio del templo será la Santa Eucaristía en honor al Divino Salvador del Mundo presidida por Monseñor José Luis Escobar Alas y concelebrada por los obispos del país, con lo cual finalizan las actividades religiosas dedicadas al patrono de la República.
