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Roma/Italia/AFP
La final de la Copa de Italia será prestigiosa: la Juventus recibe mañana al Milan y el Nápoles el jueves al Inter, en los partidos de vuelta de semifinales de la competición, con la epidemia del nuevo coronavirus como tela de fondo.
El suspenso está presente tras los partidos de ida, ambos jugados en San Siro: el Milan y la Juve empataron 1-1, mientras que Nápoles se impuso como visitante al Inter 1-0.
Goleador en el partido de ida, Cristiano Ronaldo debe hacer olvidar su prestación sin relieve en Lyon, en Liga de Campeones (derrota 1-0), aunque debe agarrarse a una buena dinámica al haber marcado en sus trece últimos partidos jugados en Italia.
Pero más allá del plano deportivo, es el riesgo ligado a la propagación del coronavirus lo que está más presente, después de que los partidos de la Serie A que se debían jugar en el norte del país, fueron aplazados el pasado fin de semana por esta razón.
La Juventus, que tuvo que reprogramar en mayo su partido contra el Inter, se reencontrará con sus aficionados. Pero el acceso será prohibido a los espectadores procedentes de Lombardía, Emilia-Romaña y Véneto, las regiones más afectadas.
En la segunda semifinal, Nápoles hizo lo más difícil en la ida al ganar por 1-0 en Milan al Inter.
Pero los napolitanos son los únicos de los cuatro semifinalistas en haber jugado este fin de semana (victoria por 2-1 frente al Torino), mientras que los interistas descansaron.
