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Mirna Jiménez
@DiarioCoLatino
Integrantes de organizaciones ambientalistas señalaron la urgencia de implementar acciones para frenar el deterioro de la calidad de agua de los ríos de donde se abastece la población salvadoreña y, especialmente, del río Lempa.
Héctor Aguirre, de la Mancomunidad Tri fronteriza del río Lempa afirmó que un 55 % de la cuenca del afluente pertenece a El Salvador y el resto a Guatemala y Honduras, por lo que los gobiernos de los tres países deben buscar acuerdos trinacionales y las alcaldías también deben aportar en esos mismos términos.
“El problema que enfrentamos a futuro es que tendremos una migración por condiciones de vida, ya no por pandillas; esta es la tendencia, el escenario”, señaló Aguirre.
El liderazgo debe ser de El Salvador porque le toca la cuenca baja del río Lempa. En los últimos diez años, se han hecho estudios con la Universidad de San Carlos de Guatemala y los resultados son alarmantes, sobre calidad y desabastecimiento, dijo Aguirre.
Añadió que este tema no ha entrado en la agenda de los países y que la mancomunidad ha hecho esfuerzos desde hace tres años. Hace quince días se reunieron varias organizaciones en San Salvador y se espera llevar el tema a la entidad de Estado, según afirmó.
“Cada segundo le sacamos al río Lempa dos metros cúbicos de agua, imagínate por 24 horas al día por 365 días; esto quiere decir que es un volumen enorme, y si esos dos metros cúbicos no están disponibles en el cause del río donde sacamos el agua, para el área metropolitana de San Salvador, realmente tendríamos una crisis enorme”, dijo Aguirre en una entrevista televisiva.
Agregó que el 70 % de los pobladores del Área Metropolitana de San Salvador se abastece del río Lempa; si en un momento no estuviera esa cantidad de agua para 1.5 millones de habitantes, se generaría una crisis y no por contaminación, sino por desabastecimiento.
“Hay que ver la solución a los problemas de estos tres ríos: Paz, Goascorán y Lempa, desde una perspectiva nacional”, consideró Aguirre
Ileana Gómez, de la Fundación Prisma afirmó que el tema del agua es un “desafío social y ambiental prioritario” para el país, y destacó que ya en 2018 un informe del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) señalaba que un 68 % de los ríos de El Salvador tiene una calidad de agua entre “regular a mala”. Añadió que -a estas alturas- ya está en riesgo el acceso sostenible al agua, lo que coloca a El Salvador en una situación de urgencia
Gómez dijo que hay que tomar cartas en el asunto de una manera más integral; de lo contrario, se originaría una situación de intermitente conflictividad por el problema del agua.
“Por una disputa de los usos del agua, por una constante presión de población, para ser abastecida y antes de llegar a este escenario de conflictividad, en un país que de por sí ha sido muy conflictivo históricamente, es mejor poner el agua en primer lugar en las decisiones de políticas públicas”, reflexionó Gómez.
Los enfoques deben ser más amplios, más integrados y no solo para resolver la distribución espontáneamente; “sino, que nos lleve a considerar el manejo de los ecosistemas de una manera, sostenible, con prácticas de restauración, de reforestación y de manejo de las cuencas, para realmente tener un futuro como país”, sostuvo.
“Ya vimos el problema de las aguas, las constantes demandas de la población en las calles, en las carreteras, la contaminación… Esta es una evidencia de una crisis que no se quiere reconocer”, señaló Gómez.
