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2016 debe ser el año de los grandes retos y de mucho optimismo

Ha terminado el primer año de Gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén, ailment con números macros en términos económicos muy satisfactorios, search algunos de los cuales inciden significativamente en la economía familiar, cialis sale como por el ejemplo la baja inflación.

Con respecto a lo primero, es necesario recordar que 2015 concluyó con un crecimiento económico de 2.5% o 2.6%, pero no menos. El dato exacto lo dará posteriormente el Banco Central de Reserva (BCR) cuando obtenga toda la información sobre la actividad económica de diciembre.

Lo positivo de este crecimiento económico no es el porcentaje en sí mismo, sino la tendencia, es decir, el continuo crecimiento. En 2014, por ejemplo, se creció 2.2%, y un año después se suman  0.40 porcentuales. Esto es alentador, porque ni hay estancamiento, ni mucho menos retrocesos, sino todo lo contrario.

Y si ese comportamiento de crecimiento le añadimos las acciones que el Gobierno ha anunciado para generar más empleo, más productividad, y toda la inversión pública, más la que sume el sector privado, seguramente 2016 será un año de muchas gratificaciones.

El Presidente Salvador Sánchez Cerén anunció, por ejemplo, el último día del año que recién finalizó, en cadena de Radio y Televisión, el Programa de Empleo y Empleabilidad Joven, el cual será ejecutado este año, con el que se pretende “crear nuevas oportunidades que la juventud nos demanda, contribuyendo al desarrollo económico y a la convivencia social”.

Solo falta que los empresarios y cada uno de los y las salvadoreños se llenen de optimismo y pongamos a funcionar el país.

Es cierto que este año, la derecha recalcitrante también continuará, con su expresión política, el partido ARENA, en su estrategia desestabilizadora, en su agenda de no reconocer nada a los gobiernos del FMLN y hacer fracasar cuando programa anuncia el Ejecutivo.

Otra área en la que sin lugar a dudas habrá cambios sustanciales es en el de seguridad, pues, en los últimos meses del año anterior, se ha iniciado la implementación del Plan El Salvador Seguro en 10 de los 50 municipios más violentos del país. Y el desarrollo de los programas preventivos en estos municipios comenzarán a dar resultados significativos a corto y mediano plazo.

A lo anterior hay que agregar los planes represivos que mantiene la Policía Nacional Civil, con los que golpea quirúrgicamente las estructuras del crimen organizado.

Es necesario, pues, que los y las salvadoreñas depositen su confianza en el Gobierno, y avanzar juntos con optimismo.

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