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10 de Octubre: Día del Psicólogo Salvadoreño

Leticia Calderón de Orellana

Con 15 alumnos inició en 1956, viagra la formación de profesionales en Psicología en la Universidad de El Salvador (UES). Desde esa fecha, hay planificación y  renovación constante de planes de estudio, a fin de mejorar la calidad académica de acuerdo con los avances de la ciencia y la realidad nacional. Al inicio se contó con docentes extranjeros y nacionales graduados en el exterior.

A partir de 1964, la Universidad otorga  la Licenciatura en Psicología a los primeros graduados, comenzando con uno; y cada año subsiguiente, hasta 1971, sólo se graduaban  uno o dos, a pesar de la demanda creciente de estudiantes. Las graduaciones numerosas se realizaron a partir de la década de los 90. Con los primeros graduados de la UES, surge la necesidad de asociarse para  beneficiar al gremio en sus derechos e intereses, vigilar el ejercicio profesional y  promover el desarrollo científico de la Psicología  y de la salud mental en el país. Con una visión de unidad y superación, a iniciativa de  Virginia Arriaza de Menéndez, más  15 profesionales y egresados, se fundó la Sociedad Salvadoreña de Psicología (SSP), el 10 de octubre de 1964.  Por su vocación y constante trabajo por  la Psicología y por haber abierto caminos para el ejercicio profesional en diversos campos, amerita mencionarlos: Virginia de Menéndez (Máster en Psicología Clínica, graduada en  la Universidad Iberoamericana de México); Ofelia  Rivera de Bernal (Graduada en  la Universidad de Ginebra, Suiza,  primera salvadoreña   que realiza estudios de Psicología); Salvadora Tijerino Rizo (Nicaraguense, graduada en la Universidad de Pittsburgh, USA); Leticia Calderón de Orellana (Primera mujer graduada en Psicología en la UES y en El Salvador en 1966), Francisco Armando Torres, Sofía Gutiérrez, Mercedes Gregoria Yánez, Arturo Salazar Siguenza, Hilda Raquel de Arias, Ana Medina de Cubías, Rafael Santos Arias, René Porfirio Osorio, Fernando Osmín Zelaya, Francisca Valle de Hernández, Victor Manuel Mejía y Miguel Celma Villalobos.

Todos ellos, y con los graduados que se iban sumando, se fortaleció la SSP. El primer objetivo fue la elaboración de los estatutos para lograr la Personería Jurídica, que se fueron reformando en varios períodos; la última reforma se dio en 2001, por cuyo acuerdo oficial se cambió, después de cuarenta años, la  denominación de la SSP, por la de Asociación Salvadoreña de Psicología (ASALPSI).    

Los fundadores trabajaron constantemente por más de 40 años en las juntas directivas y en los organismos legales establecidos; contando ya con profesionales de las nuevas generaciones. Adquirieron un local y gestionaron durante muchos años, ante las autoridades correspondientes, la creación de la Junta de Vigilancia de la Profesión en Psicología, lo cual se logró, por Decreto Legislativo No. 591, de fecha 12 de febrero de 1987, destacando que esta profesión está  vinculada con la salud del pueblo. Por un proceso de años, iniciado en 1967, se realizaron gestiones para lograr representación de este gremio dentro del Consejo Superior de Salud  Pública, lo que se logró por Decreto Legislativo No. 7 de fecha 15 de mayo de 2003.

Las Normas Éticas y la Ley del Ejercicio Profesional también tienen, desde 1966,  un largo historial de consultas,  a nivel nacional e internacional, así como revisiones y actualizaciones. La Junta de Vigilancia de la  Profesión de Psicología 2001-2003, presidida por la Lic. Leticia Calderón de Orellana, redactó el “ Código de Ética para el Ejercicio de la Profesión de Psicología en El Salvador”, cuya edición  fue entregada  a la  ASALPSI en junio de 2002, en ocasión de celebrar el XV aniversario de la Junta de Vigilancia. El proyecto de la Ley del Ejercicio Profesional, con las respectivas actualizaciones, ha sido presentado, en varias ocasiones, a las autoridades correspondientes, sin que hasta hoy sea aprobado.

En los primeros años, la SSP realizó múltiples actividades  científico-culturales para divulgar el desarrollo de la Psicología en el país: foros, conferencias, programas radiales y televisivos,  artículos periodísticos,  seminarios, servicios a la comunidad, y adhonores a instituciones para ir creando la necesidad de abrir puestos de trabajo, también participación en congresos nacionales e internacionales. Todo esto se fue diluyendo a raíz del conflicto bélico (1980-1992) de nuestro país, en los que resultaron afectados estudiantes y profesionales de la Psicología, algunos fueron asesinados, entre ellos  Rodolfo José Semsch , el primer psicólogo graduado en la Universidad de El Salvador, otros  desaparecidos o torturados, y varios emigrados por la situación crítica. Martín Baró, reconocido psicólogo a nivel  latinoamericano también asesinado, relató, en 1983, que la Sociedad Salvadoreña de Psicología había tenido que observar una política de supervivencia debido a que fueron asesinados dos de sus directivos en 1981

Posteriormente, y hasta hoy, las universidades privadas  que cuentan con carrera de Psicología, desarrollan actividades  científico-culturales y  de proyección social, y ha habido incremento de profesionales. Luego, en vez de fortalecer la membresía de la Asociación, se debilitó; ha sido difícil el relevo generacional para dinamizar el gremio. Hay mucho que trabajar para “ contribuir activamente en el estudio y solución de los problemas de salud integral del país. Velar por los derechos  e intereses profesionales de sus miembros. Proyectar a la comunidad los beneficios de una práctica eficiente y actualizada” tal  como lo contemplan los objetivos de los Estatutos.

Actualmente en la Junta de Vigilancia de la Profesión en Psicología  hay 5532 psicólogos inscritos. Cuánto se haría si fuera un gremio solidario, unido, con visión y misión de ser, tal como lo dijo  el Secretario Ejecutivo de la Asociación Americana de Psicología (APA), en 1951 “ Una buena profesión es aquella que dedica una pequeña cantidad de su energía, a las funciones del clan, para establecer su propia fuerza interna del grupo, y una gran parte de su energía al servicio de su función social”.

El 10 de octubre, es el Día del Psicólogo Salvadoreño,  en honor a la fecha de la fundación de la Asociación Salvadoreña de Psicología . Y somos privilegiados porque en esa misma fecha se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, establecido en 1992 por la Federación Mundial de la Salud Mental, Gran compromiso nuestro como   profesionales de la Psicología, llamados a trabajar, como gremio, por los problemas psicosociales en el marco de la salud integral.

    (Fuente: “Historia de la Psicología en El Salvador”, de Leticia Calderón de  Orellana).

    

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