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El bosque se revela femenino y maternal
Al amparo de la anterior descripción, treat illness es evidente la analogía con el medio uterino, sick igualmente sombrío, húmedo, temperado, escondido, sin espacio ni tiempo. El bosque se revela femenino y maternal. Femenino: son las dríadas y ninfas quienes le habitan, los enanos y gnomos prefieren los medios subterráneos y minerales. Maternal, puesto que en su seno se desarrolla la Vida que aparece en las aguas primordiales, luego se desarrolla sobre la tierra, bajo los árboles. Un bosque es un ecosistema completo donde la vida pulula en todas sus formas. Como en el Cósmico, donde el espacio y el tiempo no existen, el bosque es un lugar sin tiempo ni espacio. Es la matriz cósmica y el árbol es símbolo del cosmos viviente en perpetua regeneración.
Rudolph Steiner decía que era la cabellera de la tierra, la cabellera de nuestra Madre la Tierra. El cabello siempre ha sido un símbolo de fuerza. Dalila privó a Sansón de su fuerza al cortarle su cabello. De igual forma, los indígenas de América del Norte tomaban la bravura de sus adversarios al escalparlos. Para los chinos, cortarse el cabello era considerado como una mutilación. Para los celtas el llevar el cabello largo era signo de aristocracia, tradición que se encuentra en los reyes franceses. Es pues el símbolo de la fuerza, de la potencia, potencia que proviene de los árboles que la componen, fuentes importantes de energía.
En todas las antiguas tradiciones de los pueblos que vivían en armonía con la Naturaleza y, lo que hoy en día nosotros no hacemos, existían rituales para recargarse energéticamente a través de los árboles, recibir un poco de su energía, de su fuera, para revitalizarse. Uno de estos rituales proviene de la tradición celta y se llevaba a cabo luego de un primer ritual destinado a entrar en comunicación o comunión con el árbol: comunicación establecida por una forma de armonización. El iniciado primero se colocaba del lado Norte, con la palma de la mano izquierda sobre el árbol, y la de la mano derecha, sobre el plexo solar, ojos cerrados en estado de receptividad. Así podía recargarse por algunos minutos, diez como máximo.
Colores: significado del verde
El bosque, los árboles y la mayoría de las plantas son de color verde, por lo que debemos interesarnos en el simbolismo de este color para profundizar en los posibles significados. El verde se sitúa entre el azul y el amarillo; entre el frío del azul y el calor del amarillo. Es un valor medio que va a permitir el desarrollo de la vida, imposible en el azul muy frío o en el amarillo muy caliente. Es un color de agua, femenino, refrescante. Evoca la juventud, el vigor, la inmortalidad. Existe todo un juego entre el verde y el rojo, colores complementarios. Este juego está muy bien ilustrado por el mito de Perséfone, diosa de la fecundidad. Aparece en la primavera y se queda en la tierra durante tres estaciones y regresa a los infiernos durante el invierno. Por supuesto, en este mito el sentido dado a los infiernos no es el actual. En aquella época representaba al mundo subterráneo con todas las riquezas que contiene y de igual forma al mundo de los muertos, ero de todos los muertos. Este mito nos muestra que en el verde de la primavera duerme el rojo del invierno. El yin que siempre contiene un punto yan nos dice lo mismo. Encontraremos esta ley en las hojas de los árboles que son verdes en la primavera y el verano, pero que cambian a café y a rojo antes del invierno. De igual forma, la madera, verde por esencia, ¿no produce el rojo al arder?
El verde también es símbolo de Conocimiento. En la cosmogonía órfica, la luz del espíritu que fecundó las aguas primordiales era verde. Para los alquimistas, la luz de la esmeralda permite percibir los secretos más grandes. El Grial, es un vaso de esmeralda o de cristal verde, vaso que contuvo la sangre roja del Cristo.
(continuará)
