Diario Co Latino 133 años informándote con credibilidad
Artículos relacionados
El Ejecutivo y la Asamblea Legislativa mantienen un tira y encoge por el tipo de cuarentena que el país necesita en la tercera fase de la pandemia del COVID-19 en el país. El Gobierno quiere una cuarentena general, y “más estricta”, lo de estricto ninguno de sus funcionarios lo ha explicado, pero, allí está escrito o dicho. A lo mejor lo estricto se refiere a capturar a todo aquel que viole la cuarentena, tal como se hizo en los 80 días que duró la primera cuarentena y que la Sala de lo Constitucional dijo que era ilegal.
La Sala, incluso, ordenó a la Asamblea Legislativa no decretar una ley de excepción general, porque esta es violatoria a los derechos constitucionales de los y las salvadoreñas.
Por lo anterior, durante la presente semana, la Asamblea Legislativa, incluso, hizo consulta con médicos, abogados, entre estos constitucionalistas, y empresarios sobre si es necesaria una ley de excepción y una cuarentena obligatoria y general.
La mayor parte de los consultados opinaron que podría decretarse una cuarentena focalizada, pero no una general, pues paralizará nuevamente el país con las consecuencias económicas, sobre todo para las familias que suspenden labores, pues aunque haya amenaza con sancionar a las empresas que no les paguen los salarios a los trabajadores esto no se cumple.
Tras la primera cuarentena de casi tres meses, más de 60,000 trabajadores se han quedado sin trabajo. Y es que ante una nueva cuarentena general y obligatoria, los únicos que seguirán recibiendo sus salarios son los empleados públicos y los trabajadores de las empresas autorizadas para ello.
Y aunque el Gobierno reparta bolsas solidarias, no son suficientes para la cantidad de salvadoreños que no recibirán salarios, y una bolsa solidaria tampoco dura un mes. Para que la bolsa solidaria sustituya el salario mensual debería entregarse una cada quince días, lo cual es imposible por la logística o por los costos.
Todo esto ha llevado a los diputados a contribuir con el Ejecutivo a enfrentar la pandemia sin paralizar todo, por eso es que la propuesta que tenía la Asamblea Legislativa, a través de la Comisión Política, era una cuarentena en los 60 municipios con más casos de COVID-19 en El Salvador.
Obviamente, los que tienen que decir si esto es suficiente son los científicos, el Ministerio de Salud, los especialistas del Colegio Médico. Desgraciadamente, estos no han hecho un bloque único con el Gobierno, bajo la lógica de que el Ministerio de Salud y su equipo, que nadie sabe cómo lo integran, son suficientes para combatir la pandemia.
Más allá de que se decida, según lo solicitado por el Ejecutivo o por la propuesta de la Asamblea Legislativa, lo cierto es que el país necesita más que una cuarentena.
Cuando se aproximaban los días para iniciar la primera fase de la vida productiva sugerimos que esta debería estar acompañada de una gran campaña informativa, porque de repente, al acudir nuevamente a las actividades productivas, la gente puede pensar que es porque la pandemia se ha controlado o que el virus ya no pulula por El Salvador.
Los números de contagiados y de muertes por COVID-19 deberían ser suficiente para hacernos conciencia de que la enfermedad está allí, y que cada salvadoreño tiene la responsabilidad de no contraer el virus o de no contagiar a otros, pero esto debe ser producto de auto disciplina, producto de la adecuada información.
La otra parte es del Gobierno, del Ministerio de Salud y su equipo. Deben decirle a los salvadoreños y todo residente en el país, qué acciones, además de la cuarentena, van a utilizar para NEUTRALIZAR los contagios, pues, si bien en 15 días puede aparecer, desarrollarse y desaparecer el virus, la cuarentena por si misma no ha dado resultados más optimistas, por lo que debe hacerse algo más. Ese algo más, por supuesto, debe anunciarlo el Gobierno de forma sencilla y simple.
