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@RosmeriAlfaro
Pese a su pequeñez territorial, El Salvador aún tiene sorpresas y cosas nuevas para entregarle al mundo. Dentro del bosque húmedo del Parque Nacional Montecristo, en medio de decenas de orquídeas, se descubrió el Disocactus salvadorensis, un nuevo hallazgo para los amantes de las plantas y los científicos.
Desde 2012, el guarda recursos Reynaldo Martínez y la técnico de investigación del parque Montecristo Noemy Guerra, se encargaron del cuido la nueva especie de cactus descubierta por el Museo de Historia Natural de El Salvador (MUHNES), en el Jardín de los 100 años, el cual cuenta con 500 especies de plantas, en su mayoría orquídeas. El hallazgo de la planta epífita, es decir, que crece sobre otra, de bosques nebulosos, es para la directora del MUHNES, Eunice Echeverría, importante para la ciencia de El Salvador y del cual deben sentirse orgullosos los salvadoreños.
Desde 2012, el personal del museo, involucrado en los estudios científicos en el área de Botánica y de Paleontología iniciaron los trabajos de campo y monitoreo de algunas especies de cactus para encontrar las diferencias y conocer más la morfología de la planta.
A diferencia de los otros cactus, este cuelga de los árboles y florece principalmente de marzo a abril. “Sus flores son tubulares y péndulas, tépalos erectos y recurvados en el tercio superior, amarillos o rosas, y con menos frecuencia de blancos, estambres en dos series distantes y forma cortinas en los bosques”, indicó el MUHNES.
De acuerdo con la bióloga Jenny Elizabeth Menjívar Cruz, las muestras del cactus que solo se encuentra desde los 1,800 hasta 2,200 metros sobre el nivel del mar, fueron analizados en el laboratorio de Paleobotánica del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hasta determinar y tener la confirmación genética y morfológica de la nueva especie.
Luego de un monitoreo de tres años y donde alrededor de 100 flores fueron estudiadas, los análisis moleculares y morfológicos fueron publicados el 13 de abril de 2017, en la revista especializada Novon, del Jardín Botánico de Missouri, EE. UU.
Para el biólogo José Gabriel Cerén, el descubrimiento de la planta, propia del Continente Americano, denota la importancia que tienen los bosques a nivel nacional al ofrecer la oportunidad de investigar, y desarrollar ciencia en el país.
“Descubrir una planta significa que atrás de esto se pueden hacer otras investigaciones para saber su composición química y para qué se puede usar. Estas plantas son muy vulnerables ante los cambios de temperatura, es una aventura saber qué pasará con esta nueva especie”, expresó.
Agregó que pese a la fragmentación de los bosques salvadoreños aún hay cosas interesantes, por lo que es necesario mantenerlos, conservarlos y fortalecer los procesos de investigación, un aspecto importante para descubrir nuevas especies o cualquier otra planta que pueda ser de servicio para la población.
“El Salvador no es tan pobre como pensamos, la base del desarrollo está en las bases naturales y el país es rico en cuestiones de plantas”, manifestó el biólogo.
Hasta 2015, se tenía registro de 22 especies nativas en El Salvador, esta sería la 23. Con el estudio de “las cactasis” se logró que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) las colocara en estado de amenaza dándoles un estatus de protección.
Otro de los descubrimientos es la especie Laurinoxylon chalatenangensis, un fósil de madera petrificada proveniente del cerro El Dragón, Chalatenango. Se calcula que la especie, parecida a la del aguacate, existió cerca de 2.5 a 4 millones de años atrás.
Según el MUHNES en 2012, se inició el estudio anatómico de este fósil en el laboratorio de Paleobotánica del Instituto de Geología de la UNAM, en el que se descubrió una madera mineralizada que no se había descubierto en estudios de maderas petrificadas a nivel mundial.
El Salvador a través de la Secretaría de Cultura es el primero en hacer una investigación a nivel de maderas petrificadas en la región centroamericana. El estudio fue publicado en la revista especializada de Paleobotánica y Palinología Elsevier.
“Estos hallazgos son sumamente importantes para la ciencia porque ayudan a posicionar la parte histórica y geológica de El Salvador en el mundo. Como MUHNES tuvimos la primicia de la investigación y esto ayuda a posicionarnos como museo activo y a establecer alianzas con universidades extranjeras”, dijo la directora nacional de Patrimonio Cultural y Natural Irma Flores, en la presentación de la nueva especie. El papel del MUHNES es investigar y resguardar la biodiversidad salvadoreña, por lo que sus autoridades aseguraron, continuarán realizando diferentes investigaciones en los recursos biológicos y paleontológicos con los que cuenta el país.
