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Madrid/PL
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, calificó hoy aquí de ridícula la pretensión de la oposición venezolana de investigar una supuesta financiación ilegal de ese partido español.
En declaraciones a Radio Nacional y a Televisión Española, el líder de la agrupación emergente de centroizquierda rechazó una citación de la Asamblea Nacional (parlamento) de Venezuela, controlada por partidos opositores, para que declare sobre esa cuestión.
Remarcó que le parece «absolutamente ridículo» que un «grupo de partidos extranjeros» intente tomar declaración a Podemos por un presunto delito de financiación ilegal.
Iglesias recordó al parlamento del país sudamericano que las aportaciones irregulares de dinero a las organizaciones políticas nacionales las investigan los tribunales españoles.
Son nuestros tribunales los que tienen competencia para investigar y perseguir esos ilícitos, no los partidos extranjeros, insistió el también candidato a la presidencia del Gobierno de España en las elecciones generales del próximo domingo.
Va contra el Estado de derecho que un grupo de formaciones de otro país se erijan en tribunal, enfatizó el aspirante al sillón del Palacio de la Moncloa (sede ejecutiva) por Unidos Podemos, coalición entre Izquierda Unida y Podemos.
Emplazó a esas agrupaciones venezolanas a que denuncien a Podemos en España, donde la justicia ya dijo en cinco ocasiones que no hubo tal financiación por el gobierno del extinto presidente Hugo Chávez, aclaró.
«Terceros países no tienen competencias para investigar delitos en España», reiteró Iglesias.
Entrevistado el pasado fin de semana por otra televisora madrileña, el dirigente sentenció que en política no todo vale, e instó a quien acuse a Podemos a ir a los juzgados y no montar juegos mediáticos en asambleas legislativas que tienen que estar para otras cosas.
«Esos señores pueden perfectamente viajar a España, que lo han hecho muchas veces, y pueden presentar una denuncia aquí», apuntó.
Enmarcó estas acusaciones en la voluntad de sus adversarios de hacer ruido en plena campaña electoral.
Es triste que en una democracia consolidada como la nuestra se utilicen cuestiones externas para hacer campaña, lamentó.
