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Reunión de pobladores de Asunción Mita, conociendo sobre el impacto de la minería a cielo abierto de Elevar Resources en el Cerro Blanco, Guatemala. Foto Diario CoLatino /cortesía

Persecución política a miembros defensores de Comisión Laudato Si

Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino

A casi 13 días de la “Consulta de Vecinos” el pueblo miteco se prepara para dar un “Sí o un No” a la explotación minera en Cerro Blanco, tierras de uso agrícolas en Asunción Mita, municipio de Jutiapa, Guatemala, en donde la empresa canadiense BlueStone Resources, a través de la subsidiaria Elevar Resources, extraigan metales preciosos, luego de deforestar 474 hectáreas .

Integrantes de la comisión de ciudadanos a cargo del proceso de la consulta de vecinos han denunciado que han recibido amenazas y presiones desde fuentes anónimas para hacerlos desistir de la promoción de la consulta ciudadana entre el pueblo miteco.

David Lucero, voluntario administrativo de la comisión y de Laudato Si, denunció la intervención de su teléfono personal, por lo que tuvo que presentar una denuncia formal ante la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos de Guatemala.

“Me han cortado el servicio de luz eléctrica y no puedo comunicarme por mi computadora y cuando venía de El Salvador, en la frontera, nos retuvieron 3 horas con 45 minutos. A un compañero le dañaron su automóvil el pasado miércoles (31 de agosto) y nos han secuestrado documentos. Creo que se trata de la misma persecución por la consulta ciudadana”, afirmó en su mensaje el activista.

La Mina Cerro Blanco ha sido un “dolor de cabeza” para la canadiense BlueStone Resources, debido a que el montículo montañoso mantiene aguas termales que no les permite realizar la extracción subterránea de oro y plata de la mina. Por lo que, en el año 2021, decidieron hacer una solicitud a las autoridades guatemaltecas de medio ambiente para realizar minería a cielo abierto.

La minería a cielo abierto se trata de profundos cortes al cerro, que tendría tentativamente 1,200 metros de largo por 650 metros de ancho y 200 metros de profundidad. Así como la creación de un “lago” que contendría las colas (basura minera) de metales pesados y lodos que los convierte en “lagos ácidos”, y proclives a desbordamientos por terremotos, deslizamientos o inundaciones.

Para Guillermo Navarro, de Cáritas de El Salvador, que acompañan la iniciativa del pueblo miteco en la consulta municipal de vecinos, así como otras organizaciones ambientalistas salvadoreñas, consideró que la cercanía de la fecha este próximo 18 de septiembre se han estado realizando diversas actividades a partir de la experiencia de El Salvador, con la Ley de Prohibición de la Explotación de la Minería Metálica, para que la gente comprenda las implicaciones que tendría un impacto de esta magnitud en la vida de los pobladores y el medio ambiente.

“Se ha estado facilitando información y también se han diseñado cuñas publicitarias en redes sociales y radio para que haya una divulgación, en dos sentidos a la población de Asunción Mita, para que se movilicen contra el proyecto minero Cerro Blanco y para sensibilizar e informar a la población”, acotó Navarro.

Asimismo, señaló que habrá una serie de llamados al gobierno de El Salvador, a manera de que prevengan este impacto ambiental y social de la mina Cerro Blanco, que comparte aguas transfronterizas, a través de la Cuenca Ostúa-Güija-Lempa, poniendo en peligro la sustentabilidad del país.

“Son esas aguas que consume el Gran San Salvador , son aguas que hacen uso miles de personas a lo largo del recorrido del río Lempa en tierra salvadoreña, las que se verían afectadas por la contaminación”, señaló.

“Y el llamado que se le hace al gobierno de El Salvador es a pronunciarse en contra de este proyecto, y nos preocupa el silencio sospechoso y cómplice del gobierno de El Salvador , al no pronunciarse como lo están haciendo diversos sectores de la vida nacional en contra de la amenaza que representa esta mina”, manifestó Navarro.

La mina Cerro Blanco se encuentra a solo 165 kilómetros de distancia de El Salvador, y la cuenca Ostúa-Güija-Lempa, que abastece a 2.5 millones de personas en territorio salvadoreño podría generar un cambio drástico e irreversible en la flora, fauna acuáticas y terrestres entre ambas fronteras.

El inédito movimiento social concebido por el Consejo Parroquial de Asunción Mita, junto a la Orden Franciscana Justicia y Paz por la Integridad de la Creación, el Colectivo Madre Selva y población de Guatemala, con el apoyo de CRIPDES, ACAFREMIN, Mesa contra la Minería y las Mujeres Ecofeministas, se han planteado cerrar las operaciones extractivistas de la minera canadiense en territorio guatemalteco.

 

“El padrón electoral que esperamos se movilice es de 30 mil personas, es decir, se está hablando de una cantidad significativa que votarán por el Sí o por el No. Y en este marco la Iglesia Católica, en especial la Iglesia de Asunción Mita de los hermanos Franciscanos, es el actor que dinamiza de lleno todo el proceso de esta consulta con encuentros nacionales o binacionales y como Cáritas de El Salvador hemos dado nuestro apoyo para informar a la población”, puntualizó Navarro.

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