Página de inicio » Opiniones » MARCHAR EL 1 DE MAYO ES UN DEBER

MARCHAR EL 1 DE MAYO ES UN DEBER

Licenciada Norma Guevara de Ramirios

Es que no todo lo que damos por hecho, o derecho adquirido, fue siempre así.

Esto se aplica para la inmensa mayoría de trabajadoras y trabajadores que generan la riqueza existente, con la que a la hora del reparto, la menor proporción es para el salario de quienes la crean.

En 1886, frente a las largas jornadas de trabajo de hasta 14 horas, trabajadores con mayor conciencia demandaron que se redujera a jornadas de 8 horas; la manifestación con la que protestaban y exigían sus reivindicaciones fue reprimida y el resultado fue provocaciones, capturas, juicios amañados con la condena a muerte de quienes son conocidos en la historia de la lucha laboral como los Mártires de Chicago.

A esa jornada heroica, luchas anteriores, de aquí y de otros lugares, se deben las conquistas laborales; a esas luchas, a esos sacrificios, a las conquistas y a  las reclamaciones presentes en cada época, se dedica el Día Internacional de las y los Trabajadores. Es expresión de la lucha política de la clase explotada y oprimida. O la celebración de conquistas que un pueblo considera haber logrado.

En nuestro país también se celebra, y conviene  inventariar los legítimos reclamos del pueblo trabajador frente al Estado y frente al sector privado; igualmente, recordar a las nuevas generaciones que ciertos derechos que ahora se tienen, se conquistaron con lucha, en épocas distintas y que merece la pena defenderlos para reafirmarlos y conservarlos.

Que se consignen derechos y sean exigibles ahora, es porque en otro momento, otras generaciones tuvieron personas, sectores, organizaciones que lucharon por ellos, y lograron que se establecieran en la Constitución y en leyes específicas.

El trabajo, como función social desde 1880; la igualdad entre hombres y mujeres, el derecho al aguinaldo, el pago por nocturnidad, el contrato colectivo; la obligación de establecer salas cunas para las hijas e hijos de las trabajadoras, la igualdad salarial como concepto a igual trabajo igual salario, formalmente establecidos.

El derecho a pago por horas extras, la indemnización por despido. Estas, que son las más antiguas conquistas, deben ser reivindicadas siempre.

Pero, además, también el derecho a la educación, a la salud, a la seguridad social, a una pensión por vejez, por invalidez, el derecho a la sindicalización de los trabajadores del sector público.

El hecho de que tengamos por ahora un gobierno que viola lo establecido en nuestra Carta Magna y en leyes secundarias que desarrollan y afirman derechos de los trabajadores, no debe ser motivo para olvidar que está en manos del pueblo recuperar, con su poder soberano, las condiciones políticas en las que sean cumplidas estas y las nuevas conquistas que corresponden al momento histórico en que vivimos.

Por eso, es importante  que los trabajadores de todos los sectores se movilicen, se organicen y luchen, demuestren juntos su fuerza, su poder, su voluntad de cambiar lo injusto, su compromiso con el futuro, marchando unidos en el Día Internacional y Nacional de las y los Trabajadores.

La época ha transformado los modos de producir, y para las clases económicamente poderosas, las formas de acumular cada vez más riqueza en las manos de las minorías, las formas de explotar el planeta y los recursos que pertenecen a los pueblos y por eso el universo de las demandas populares se amplía.

Miles de trabajadores despedidos, miles de trabajadores por cuenta propia despojados de sus espacios de comercio, centenares de familias despojadas de sus tierras, miles de familias a las que mediante capturas ilegales han sido sacados del seno de su entorno laboral y familiar, dejando sin sustento a sus seres queridos, es una realidad surgida de una visión y un modo de política estatal opresora, voraz, frente a la cual es obligado rebelarse.

Por eso es justo reclamar este primero de mayo, respeto a la Constitución que prohíbe la reelección, que protege a los trabajadores, que obliga al Estado a proveerle seguridad sin violar sus derechos y garantías constitucionales.

Este primero de mayo es oportuno para unir al pueblo organizado y motivar nueva organización popular, para frenar la consolidación de un régimen autoritario, dictatorial, arbitrario.

Varias organizaciones populares han convocado a marchar, estemos organizados o no, podemos ser parte de una demostración de unidad, fuerza y visión de futuro.

Un  pueblo con claridad de su poder, es capaz de recuperar el rumbo de la democracia que ha sido pisoteada y en ella hacer valer conquistas logradas y alcanzar las que faltan.

Ver también

El “nuevo país” es una farsa

Por Leonel Herrera* El presidente Nayib Bukele llama “farsa” a aquello que no le gusta …