La joven abogada Ingrid Escobar anunció, la semana pasada desde su exilio, que se ha creado la Mesa de Salvadoreños en el Exilio para luchar, desde el exterior, por los derechos humanos en El Salvador, así como por la liberación de los reos políticos como Ruth Eleonora López, entre otros.
Ingrid Escobar, directora del Socorro Jurídico Humanitario (SJH), dijo que el objetivo de la Mesa del Exilio Salvadoreño es “promover el diálogo y la coordinación entre todas las personas exiliadas desde donde se encuentren, con el fin de convertir el exilio en una voz activa en el debate nacional sobre la recuperación de la democracia en el país”.
Escobar nombró entre los integrantes de la Mesa a la también abogada Bertha María Deleón, exiliada en México, y Malcom Cartagena, un experto en temas electorales, quien se exilió hace poco más de un mes.
Los autoexiliados han sido forzados por la persecución del gobierno de Nayib Bukele, pues los que no pensaron en ese mecanismo para salvaguardar su libertad y continuar la lucha por la democracia en El Salvador están en prisión.
Escobar dijo que los presos políticos ya suman unos 80, mientras que los autoexiliados sobrepasan el centenar.
Bertha María Deleón, quien también se encuentra en el exilio, explicó que, debido a la situación en el país, se ha formado la Mesa del Exilio Salvadoreño, a fin de ser el vehículo a través del cual se pueda seguir denunciando, inicialmente con la campaña por la liberación de la abogada Ruth López y todos los presos políticos.
Deleón dijo que en El Salvador es bien difícil que las organizaciones de la sociedad civil desarrollen su labor de denuncia, por eso la creación de la Mesa de Salvadoreños en el Exilio.
No obstante, llamó a los salvadoreños, primero, a tener esperanza, y, segundo, a organizarse.
“Hay que construir un nuevo camino, organizarnos, construir confianza, y ver salidas porque siempre hay, pero se debe pensarlas y construirlas en conjunto, hay que dejar de ver individualmente porque ese siempre es nuestro problema, que cada quien tira por su lado mientras no le toque o afecte”, sostuvo Deleón.
Delón señaló que la Mesa del Exilio Salvadoreño debe ser el vehículo a través del cual se pueda seguir denunciando. La conformación de esta Mesa es un aliciente, primero, porque era necesario un frente de lucha en el exterior, que conciencie a la opinión internacional de lo que está sucediendo en el país. Lástima que se haga a partir de los autoexiliados, puesto que los exiliados tienen derecho a la patria, a estar con su familia, con sus amigos.
Segundo, porque es gente joven, con principios, con valores, comprometida con los derechos humanos, con la democracia.
El gobierno de Bukele controlaba también en el exterior, con sus funcionarios, con sus creadores de contenido, con sus millones invertidos en publicidad y propaganda.
Hoy, el exterior es un terreno en disputa, en resistencia, gracias a la Mesa de Exiliados.
Internamente, ya hay organizaciones de la sociedad civil que han tomado esa tarea, pese a la amenaza, pese a los riesgos, pero, si bien no deben perder su identidad, deben trabajar en función de la unidad a partir de un programa de lucha mínimo, que los una.
Y es que solo trabajando de forma coordinada el exterior con el interior, se va a avanzar y consolidar la resistencia por la democracia, por los derechos humanos, por un El Salvador para todos los salvadoreños.
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