Salvador Ventura
La ética, check sales la lealtad, viagra sale la veracidad, sildenafil el honor son valores intrínsecos a la profesión del periodista; un hombre de prensa de calidad, no tiene necesidad de otras reglas fuera de las dictadas o emanadas de su propia conciencia, particularmente en casos difíciles o hechos que le obligan a arriesgar su comodidad, su libertad y a veces su vida.
El forjar una conciencia profesional, una carrera decente y digna de la admiración de sus propios lectores, debe ser la más alta misión del periodista, jamás claudicar en su misión de estar a la par de la verdad y cumplir con todos los códigos de honor, aquí entonces radica el esplendor y la belleza de esta profesión.
El escribir comentarios o publicar noticias con la cabeza calenturienta o basada en el odio ideológico, no ayuda en nada a la crítica constructiva, mucho menos a la elaboración de un mensaje digno de reflexión o de ser multiplicado o imitado en diferentes medios de comunicación cuando ciertamente se hayan ganado el derecho a llamarse así.
En su editorial del viernes 7 de agosto del año en curso, el director o el responsable de escribirlos de El Diario de Hoy no sólo omite las reglas básicas citadas, sino que peligrosamente deriva en la insinuación, en la perfidia y hasta en la calumnia, pues falta al honor e imputa falsos hechos a una persona.
Y no se trata de un persona cualquiera, es el presidente de la república, Salvador Sánchez Cerén, a quien le critica su viaje a Cuba para un chequeo “médico y político”, lo que “para él debe ser la tierra prometida, la isla de la bienaventuranza, el paraíso soñado por Dante, El Dorado que movía a los exploradores españoles en el Siglo XVI cuando conquistaron América”.
El señor director de El Diario de Hoy ha viajado por muchos países del mundo, ha degustado las ricas viandas y vinos en España, Roma, Alemania, Grecia, Turquía, Francia, Holanda, Inglaterra y paremos de contar, nadie le ha criticado sus vacaciones o sitios de descanso, lo mismo la admiración de los grandes personajes históricos y en particular su inclinación por la pintura.
El editorialista se imagina y así lo escribe que “al aterrizar la aeronave y ser recibido con flores y protocolo, toda la isla de seguro le deslumbra: el dilapidado centro de La Habana debe verlo como una exquisita joya del pasado, la réplica de las ruinas de Itálica Famosa que cantó el poeta Rodrigo Cara”.
Sin duda, fue el encargado de prensa acompañante del mandatario o un periodista enviado especial por su periódico le ha relatado “sobre los honores, las flores y el protocolo” ofrecido al presidente Sánchez Cerén, más allá de haber sido así, el editorialista se recrea en la perfidia y la calumnia, como hemos dicho.
El presidente Sánchez Cerén, en poco más de uno año al frente del país ha visitado todos los países de Centro América, ha estado en Europa, incluso fue recibido por el papa Francisco, también en los Estados Unidos y en varios países de América del Sur, pues su deseo es ampliar las relaciones internacionales y buscar nuevos mercados para los productos salvadoreños.
Asimismo, el odio del señor director contra Cuba es enfermizo y fuera de toda lógica, porque esta isla a pesar de las limitaciones económicas impuestas por un bloqueo de más de 50 años, ha sido solidaria con muchos países del mundo, sus brigadas médicas y docentes han estado presentes en África, en América del Sur, en Centro América y Asia.
El director de El Diario de Hoy no debe “sentir envidia” ni por el bienestar ni por el malestar ajeno, lejos de ello debe ser profesional en sus críticas, sus comentarios están cargados de xenofobia y racismo, pues por un lado no oculta su odio contra Cuba, ni su “superioridad” de hombre blanco sobre los pueblos indígenas.
La ética y los códigos de honor son letra muerta para el director de este medio de propaganda, con facilidad insulta y calumnia, en este caso al presidente de El Salvador, quien lejos de emprenderla legalmente contra sus detractores, reafirma el compromiso de su gobierno con la libertad de prensa y expresión del pensamiento y el Estado de Derecho.
El tiempo pasa, las épocas son distintas; pero el señor director de El Diario de Hoy se aferra a vivir en las cavernas, le asusta el sol del nuevo amanecer, los movimientos sociales y las transformaciones experimentadas en las caducas estructuras económicas y políticas de muchos países del continente americano.
El presidente Sánchez Cerén, sin duda, continuará fortaleciendo lazos de amistad, de cooperación económica, cultural y deportiva con todos los países de América, lo mismo que lo hace con Estados Unidos y la Comunidad Europea ¿no cree el señor director en este camino de esperanza y redención para nuestro pueblo?