Pacífico Chávez
Cierto día, un alacrán quería pasar a la otra orilla de la laguna, caminaba de un lado al otro desesperadamente, de pronto aparece felizmente nadando una nutria, que notó la ansiedad de aquel diminuto animalito y le dice: ¿Qué te pasa alacrancito por qué estás tan inquieto? – Es que deseo pasar al otro lado de la laguna urgentemente – Yo con gusto puedo llevarte pero me da temor que me piques- No, no, de ninguna manera haría tal cosa – replica el alacrán – Está bien, te creo. Súbete a mi pancita. Aquel alacrán se sube, no pasaron unos segundos cuando el insecto ensarta su venenoso aguijón en la buena nutria y sintiendo rápidamente el dolor en sus extremidades y con su garganta cerrándose por el efecto del veneno que corría rápidamente por su torrente sanguíneo, alcanza a decir casi sin voz antes de morir: ¿por qué lo hiciste? – el alacrán viendo morir a la nutria y con el agua hasta el cuello le responde: es mi naturaleza. Los dos, lamentablemente, se ahogaron.
¿Cuanta gente creyó en la promesas de este señor que se sienta de manera ilegal en la cima del poder ejecutivo?, ¿cuantos de sus votantes sufren los efectos de su naturaleza de autócrata?
Hemos presenciado cómo se han venido dando despidos sin ningún respeto a procesos adecuados para remover personal, los contratos colectivos han sido ignorados, a eso se le agrega que fueron separados de sus labores sin recibir su pago por los años servidos. ¿Tiene algo de positivo esta situación?
Hay muchas historias: embargos, pérdida de casas, falta de ingresos para sostener padres enfermos, depresión severa, una serie de sufrimientos causados a personas que eran buenos en su trabajo, responsables, honestos. Cuando se despide a un mal trabajador, la justificación existe, pero cuando las personas despedidas tienen un expediente limpio y les respalda un excelente desempeño, las razones faltan, la injusticia aparece. A esto se agrega que hay una instrucción de no contratar a personal que haya sido despedido en este proceso en alguna otra institución gobierno, esto ha obligado a estas personas a buscar fuentes de ingreso informales.
Parecida situación se tiene con el reordeanmiento del centro histórico, donde de manera violenta se les quita la mercadería a lo vendedores ambulantes, personas que viven de los ingresos generados por esta venta informal, inversiones de $20, $100, máximo $200 ¿cuánto de mercadería se puede andar en manos, brazos, espalda?, ¿en un canastito?, ¿en un carretón?
El orden y la limpieza se aplaude pero no puede ser a costa de un trato inhumano y desconsiderado a las personas. Esta gente quiere que sus hijos no repitan su historia de falta de opciones de trabajo por no estudiar, su mayor preocupación es el alimento, vivienda, educación de su prole y en muchos casos son el sostén de sus progenitores. Entre estos vendedores hay ancianos que sus fuerzas les dan tan solo para conseguir un par de dólares y seguir viviendo. ¿Para quien se gobierna? ¿únicamente para estudiados?¿Se gobierna solo para negocios formales, ignorando la informalidad o haciéndola a un lado como si así desaparece?
Allí están los mercados nuevos Hula Hula, San Miguelito, Cuscatlán… perdón, este último no está funcionando por el momento. ¿Qué está pasando con estos nuevos mercados?, ¿por qué no funcionan para todos?, ¿por qué los vendedores ambulantes no pasan fácilmente a la formalidad? Se ha conocido que las rentas de los locales en estos mercados no son del todo accesibles, tiene sentido que para mantener una infraestructura limpia y en buen estado debe asegurar ingresos adecuados. Pasar de la informalidad en los negocios a la formalidad requiere de ciertos conocimientos y de habilidades, que requieren de formación e instrucción. ¿Se ha preparado al vendedor informal para este cambio?
Hay muchos ejemplos de políticas públicas que fallan porque solo se ejecutan sin hacer la planificación y la ejecución por fases, sin preparar las condiciones adecuadas, así pasó con la reforma agraria, se le traspasaron tierras a campesinos sin instruirlos en la gestión de cultivos o conocimientos administrativos, hicieron cooperativas sin enseñarles cómo funcionan, sus obligaciones como sociedades formales, ante esta ausencia la reforma fracasó, las cooperativas quebraron y las tierras fueron vendidas y compradas nuevamente por pocas personas, algunas por sus antiguos dueños.
Así también tenemos el SITRAMSS, que no fue el mejor diseño, no se hizo en las calles correctas, ni hubo preparativos que consideraran las rutas de buses, ni el impacto en el tráfico vehicular cotidiano, fue tan mala su implementación que su ejecución se detuvo legalmente, fue declarado inconstitucional. Ahora es un monumento de cómo se puede desperdiciar dinero publico.
Un ejemplo más de una mala ejecución es la Ley Bitcoin, que buscaba que esta criptomoneda circulara por todo el país, para comprar y vender mercadería, pagar salarios, pagar impuestos, tener cuentas de ahorro en esta moneda. Pero esto proyecto también fue un fracaso, no hubo la suficiente preparación en la gente, los bancos, los negocios, todos se vieron forzados a intentar manejar sus cuentas con esta moneda digital pero fue un fallo total, ni la aplicación creada, Chivo Wallet, funcionó bien, ni siquiera los diputados que aprobaron esta ley recibieron sus sueldos en bitcoin.
La reforma agraria, el sitramss, el bitcoin fallaron porque no se considera a la población como centro de las políticas, más bien se vuelven negocios para unos cuantos amigos, familiares, cómplices y aduladores. Cuando el centro de las políticas públicas no es la persona, seguro fracasará, causando mucho daño y sufrimiento.
Y es que las autocracias, por naturaleza, al igual que el alacrán, no gobiernan para la gente sino para ellos mismos, su veneno mata a las personas de bien y terminan autodestruyéndose, tarde o temprano.
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