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Licenciada Norma Guevara de Ramirios
Los hechos son conocidos. El director de la Policía Nacional Civil -por constitución- está obligado a llevar por apremio a cualquier persona que desatienda dos convocatorias de una Comisión Especial creada por el pleno legislativo para investigar un hecho; el director Mauricio Arriaza Chicas incumplió en dos ocasiones.
La desobediencia se produjo al no llevar por apremio a los ministros de hacienda y agricultura, que debían explicar a la Comisión Especial los gastos efectuados en el marco de la crisis sanitaria por la afectación del COVID-19. Este es el fondo, todos se confabulan para no rendir cuentas sobre el gasto de cientos de millones de dólares.
Esa desatención, desobediencia, según las leyes y la constitución, amerita ser llevado a responder por ese delito al director de la PNC; y para blindarlo, para darle inmunidad que la constitución reconoce a cierto tipo de funcionarios, el presidente Bukele le nombró viceministro de Justicia y Seguridad.
La consecuencia es que con tal nombramiento la Fiscalía General de la República estaba impedida de presentar cargos contra el director o para hacerlo como es su deber debía pedir que se siguiera antejuicio a la persona por el cargo de viceministro y efectivamente lo hizo.
La Asamblea Legislativa aceptó la demanda del Fiscal General, creó la Comisión Especial, y esta, cumpliendo los procedimientos, llegó a la fase de emitir dictamen en el sentido de pedir al pleno quitar la inmunidad al vice ministro, para que se proceda a juzgarle el sistema judicial.
Durante ese proceso, igual que cuando se interpeló al ministro de Defensa, el Gobierno emprendió campaña contra la asamblea y de endiosamiento del director de la PNC y viceministro, incluso usando recursos propios de la otra instancia (judicial), en el sentido de recusar a dos diputados de la comisión especial.
Ya la ley de PNC establece que el director de esa institución no puede ejercer ningún otro cargo; cuestión que había sido ignorada con el nombramiento, y lo que expresaba que el mismo era para proveerle inmunidad y que no fuera enjuiciado por el desacato.
El día de la plenaria, el proceso se inició como otros antejuicios que la Asamblea ha realizado contra funcionarios incluso de su propio seno; es decir, que conoció el dictamen y procedió a escuchar a la fiscal y a la defensa.
La fiscal del caso en dicha comisión especial recayó en la diputada del FMLN, Cristina Cornejo, quien además es conocida por ser abogada de la república y una excelente diputada, destacada por su valentía y capacidad.
En el marco de la acusación a cargo de la fiscal, uno de los ministros -el de hacienda- rompiendo las reglas, gritó a la diputada, esta prosiguió en el cumplimiento de su papel con argumentación basada en los hechos y la ley para concluir con la solicitud al pleno de votar en favor de desaforar al viceministro.
La defensa hizo sus alegatos y al final del mismo como queriendo decir, esto de nada sirve, informó que el funcionario ya no era vice ministro, que había presentado su renuncia y la misma estaba publicada en el diario oficial. Esa era la gran jugada del gobierno, desaforar a su director para que no lo desaforara la Asamblea.
Esa jugada, según el jefe de Gobierno, es para burlar a la Asamblea, quizá desestimó que empujó a su funcionario a cometer otros delitos, y también a los abogados defensores.
La jugada se resume en decir al obediente director de policía: “No cumplas, no lleves a los ministros a rendir cuentas, aunque cometa delito, yo te defiendo, y la defensa fue darle fuero”.
Por burlar a la Asamblea, según el presidente, obliga a otros a cometer otros delitos.
Es pues una jugada chueca que lo desnuda como un violador compulsivo de la Constitución y de las leyes y de una persona que es capaz de sacrificar a sus funcionarios tratándoles como peleles sin capacidad de asumir sus propias responsabilidades.
Ahora la Fiscalía está lista para procesar al director Arriaza Chicas, y a lo mejor cuando estén en el juzgado a punto de emitir sentencia, lo nombra ministro de gobernación o embajador en cualquier país.
El país es la jugada, el presupuesto y el dinero que pagarán estas y las dos generaciones que siguen es una jugada de un caprichoso presidente en ruta a una dictadura con cara civil. Nada joven, nada nuevo y surgirá la resistencia y la derrotará. Porque los pueblos despiertan y el nuestro todavía con alta dosis de engaño por el actual presidente despertará y comprenderá donde está la piedra.
