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Rafael Cabrera Calderon
La ignorancia es la culpable de donde emanan todos nuestros males, la delincuencia, la violencia, las enfermedades, nuestro estado de ánimo, todo ello es producto de nuestra ignorancia.
Es verdad que contamos con miles de Centros Escolares, Institutos Nacionales y Tecnológicos y más de cincuenta Universidades, pero solo hacemos número ya que continuamos siendo un pueblo de ignorantes.
Por nuestra ignorancia hemos tenido gobernantes corruptos, que han fortalecido la injusticia social, fomentado el odio de clases y que se han enriquecido a costo de la Hacienda Pública figurando después de su mandato como los nuevos millonarios.
Por ignorancia hemos tenido funcionarios públicos que han abusado de sus posiciones traicionando a sus aliados quienes los apoyaron para que ocuparan cargos públicos.
Por desconocimiento o ignorancia responsabilizamos al Gobiernos del Presidente Sánchez Cerén sobre la actual crisis económica que golpea a los más pobres ignorando que las acciones de Gobiernos anteriores dejaron una herencia corrompida como lo fue la VENTA DE LOS BIENES PÚBLICOS, LA PRIVATIZACIÓN DEL RAMO DE PENSIONES, y la DOLARIZACIÓN DE LA ECONOMIA NACIONAL que se convirtió en una ancla en la que estamos varados todos.
Por la maldita ignorancia cantidad de ciudadanos aplauden a ciertos aspirantes a la presidencia de la República quienes en todo su historial empresarial han mostrado una fuerte oposición a las prestaciones sociales y mejoras salariales de la clase trabajadora.
Por ignorantes se ha caído en la práctica de mostrar alguna simpatía y emitido el sufragio por aspirantes a Alcaldes y Diputados solamente porque regalaron una manta, un chaleco o una cachucha, o porque les dieron una palmadita en el hombro.
Por ignorancia continuamos apoyando y simpatizando con Alcaldes Municipales solamente porque iluminaron brillantemente un árbol navideño o un paisaje de la época, pero que tras ello se esconde una administración de amaños. Por ignorancia de conocimientos jurídicos, muchos ciudadanos y entidades empresariales están de acuerdo en las decisiones y acuerdos de la Sala de lo Constitucional y está demostrado que la mayoría de dichos acuerdos han tenido un sesgo político o inconstitucional, lo cual ha puesto en entredicho el HONOR DE RECONOCIDOS PROFESIONALES como también han causado mucho daño a la Administración del Estado Salvadoreño.
Es verdaderamente lamentable que los salvadoreños no encontremos la fórmula de despojarnos de ese ropaje llamado ignorancia. Cuando en nuestros Centros de Estudio nos muevan a decidir por “EL CONOCE A TI MISMO”, nos hagan luz por el valor que representamos para nuestra nación; por hacer prevalecer lo plasmado de nuestra Constitución Política, solo entonces lograremos ser el nosotros mismos y darle un nuevo rumbo a nuestras vidas y a nuestra nación.
Despojémonos del síndrome de la ignorancia, y no creamos que todo lo que se dice en los medios de comunicación escrita, radial y televisiva es verdadero. Cambiemos y rompamos la rutina de nuestra vida con el slogan “Conócete a ti mismo” y serás un hombre nuevo.
