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Rolando Alvarenga
A través de su presidente, Yamil Bukele, el Instituto Nacional de los Deportes (INDES), tributó ayer, un público y emotivo reconocimiento a la guerrera salvadoreña del Monte Everest, Alfa Karina Arrué. Inédito homenaje que superó todas las expectativas, llegando hasta la entrega de un cheque por diez mil dólares (nuevo récord para un atleta nacional) y el ofrecimiento del apoyo total institucional sí la montañista decide volver a intentar conquistar la cima del citado Monte de 8,850 metros, en una increíble experiencia, que casi le cuesta la vida.
En la víspera de la ceremonia en el Salón Principal Protocolar del INDES en el Palacio de los Deportes, la euforia había comenzado un par de horas antes en el Aeropuerto Internacional Monseñor Romero, cuando la intrépida montañista había sido recibida por miembros de su grupo familiar y otras personalidades, con abrazos y lágrimas incluidas. Fueron momentos que enchinaron la piel, con el corazón partido y un nudo en la garganta por volver a ver a la querida Karina, después de más de dos meses de haber partido a escribir historia en una misión textualmente cuesta arriba, sorteando todo tipo de obstáculos en gélidas temperaturas que casi le congelan los signos vitales.
En el trayecto de menos de una hora desde la terminal aérea hasta el Palacio de los Deportes, Alfa Karina se percibió muy emocionada, melancólica y conteniendo las lágrimas, al observar en vivo, ese privilegiado paisaje salvadoreño, tantas veces visto, tras retornar de otras expediciones. Ese paisaje tan suyo, con ese olor, color y clima que no se puede sentir en el extranjero. Y con razón, después de más de dos meses estaba en su patria querida, pero esta vez presintiendo que su esfuerzo no había sido en vano y que recibiría el reconocimiento de tanta gente que mediáticamente supo de su hazaña.
Al llegar al INDES fue conducida directamente al despacho de Bukele, se saludaron y luego se dirigieron directamente al Salón de Conferencias; luego cambiaron impresiones -como cuando ella llegó la primera vez al IMDER a solicitar ayuda en el 2016-, al momento de llegar al Salón de Conferencias en donde al aparecer empezaron a recibir los saludos, sonrisas y felicitaciones de empleados y funcionarios del INDES y periodistas. Aquel ambiente con arreglo floral fue lindo y reconfortante para una atleta que arriesgando su vida, estuvo a 850 metros de lograr el histórico y soñado objetivo de hacer cumbre sobre el Everest.
Diez mil y apoyo al cien por ciento
Estando en la mesa y flanqueado por la montañista, Yamil saludó a los presentes y expresó: “Bienvenida Alfa Karina, que alegría tenerte acá con nosotros, luego de la expedición que realizaste en el Monte Everest. Es un honor estar junto a esta guerrera que nos demostró tener mucho valor para intentar conquistar el Everest. Ella es un orgullo para nosotros, ya que llevó el corazón de los salvadoreños más allá de ocho mil metros sobre el nivel del mar. Luchó, batalló contra -40 grados centígrados. Hizo dos intentos, tenía la capacidad psicológica y física para poder llegar a la cumbre”.
Tras sus palabras y sorprendiendo a todos los presentes, el titular del INDES procedió a entregarle un cheque por diez mil dólares, (considerándolos que es poco) y le ofreció que sí decide volver a intentarlo, como INDES la van acompañar con el cien por ciento del valor de la travesía y acto seguido expresó: “Queremos pedirle a Karina que nos haga el honor de usar esta camisa que dice: “Lo Volveré a Intentar”.
En su reacción y aún impactada por la plata y por el ofrecimiento institucional, Alda respondió: “Sí quiero volver, porque le pedí a Dios que me diera el privilegio de volver y lo intentaré. Reitero que no subir a la cumbre del Everest fue la decisión más triste que ha tomado en su vida, pero la tormenta no cesó. Fue una travesía increíble. Vengo transformada como persona y quiero compartir con todo el mundo esta experiencia. Gracias por todo el respaldo que me han brindado”.
