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TeleSUR
Israel intensificó este lunes las medidas contra la Franja de Gaza, territorio palestino, hasta llegar a un “bloqueo total”, incluida la prohibición de admitir alimentos y combustible, medida de castigo hecha habitual por parte del régimen sionista, confirmó el ministro de Defensa Yoav Gallant.
Gallant llegó a justificar estas acciones como parte de una batalla contra “gente bestial”, en referencia a los combatientes de la resistencia armada palestina que controlan Gaza.
La decisión llegó después de que el Ejército de Israel declarara que sus fuerzas tenían el “control de las comunidades” en su territorio del sur cerca de Gaza, dos días después de que la resistencia palestina lanzara una operación militar en los asentamientos de colonos judíos en los alrededores de la franja.
Los regímenes de Israel y Egipto han impuesto varios niveles de bloqueo a Gaza desde que Hamas tomó el poder de manos de fuerzas palestinas rivales en 2007.
Mientras las bombas caían sobre Gaza por tercer día consecutivo, los profesionales de la salud palestinos en Gaza denunciaron que estaban luchando contra otra crisis dentro de los hospitales del enclave asediado.
Desde las primeras horas de la mañana del sábado, la Franja de Gaza ha sufrido un apagón eléctrico total después de que las autoridades israelíes cortaron el suministro de energía al empobrecido territorio.
El ministro de energía de Israel, Israel Katz, dijo que ordenó a la compañía eléctrica estatal que dejara de suministrar energía a Gaza, dejando a gran parte de la región a oscuras desde entonces.
“Firmé la orden que ordenaba a la compañía eléctrica que dejara de suministrar electricidad a la Franja de Gaza. Lo que era ya no será”.
El portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, Ashraf al-Qedra, dijo que varios hospitales dependían de generadores viejos y “destartalados” que estaban provocando un mayor consumo de combustible: “Las reservas de combustible disponibles son insuficientes para sostener las operaciones del hospital durante un largo período de tiempo”.
“Estamos realmente preocupados de que los generadores de energía puedan dejar de funcionar en cualquier momento”, indicó. Para satisfacer las demandas de los dos millones de residentes de la Franja, la única central eléctrica de Gaza requiere aproximadamente 500 MW de electricidad. Sin embargo, incluso antes de que Israel detuviera el suministro, solo había 180 MW disponibles.
Normalmente, Gaza depende de dos fuentes principales de electricidad: su única central eléctrica, que ha estado funcionando a aproximadamente la mitad de su capacidad, produciendo unos escasos 60 MW de electricidad de un potencial de 120 MW, y la electricidad comprada a Israel, por un total de 120 MW.
Según los Acuerdos de Oslo, que Israel firmó con la Organización de Liberación de Palestina en 1993, Israel es responsable de suministrar a Gaza 120 MW de electricidad.
