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Redacción Nacionales
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El obispo de la Iglesia Luterana, Medardo Gómez, opinó que un acontecimiento tan significativo como los Acuerdos de Paz siempre debieron estar en manos del pueblo y no de los políticos, ser una fiesta para honrar la memoria-historia de los miles de hombres y mujeres que murieron o desaparecieron bajo el sueño de un país más justo.
“Que la celebración de la firma de los Acuerdos de Paz pase a manos del pueblo, es una oportunidad para reivindicar a las víctimas del conflicto armado, ahora después de 30 años, el pueblo tiene en sus manos la oportunidad de honrar, celebrar, demandar, exigir que se cumpla con todas las deudas históricas de las víctimas y del pueblo victimizado de hoy”, agregó.
Gómez sostuvo que cada nación debe tener memoria histórica para no volver a repetir todos los vejámenes contra la población más empobrecida y necesitada, no se pueden repetir los encuentros bélicos, atentados, asesinatos y persecuciones que generan muerte, dolor, angustia, migración y siempre golpean al más humilde.
Para el obispo luterano, los Acuerdos de Paz deben incluir el culto a Dios por la paz alcanzada, así como animar a la población y autoridades nacionales a celebrar con actos significativos de hacer justicia y asumir un compromiso para no olvidar, eso significa contarlo a las futuras generaciones, lo cual debería ser una materia en la currícula de las escuelas y universidades.
“Reciban honor las víctimas asesinadas durante el conflicto, las familias y muchos sobrevivientes que también fueron protagonistas, a todos ellos las gracias por dar tan importante legado a El Salvador. Damos agradecimiento por la paz y gracias a la solidaridad internacional pudimos ayudar a salvar vidas de la muerte, aliviar el hambre, calmar el dolor, el llanto, pese a ello, hicimos solo lo que pudimos”, recordó.
El 16 de enero de 1992, representantes de la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y del gobierno en turno, con el acompañamiento de la comunidad internacional celebraron en Chapultepec, México, la firma de los Acuerdos de Paz que pusieron fin a más de 10 años de guerra civil en el país, la cual dejó huellas de masacres, crímenes, víctimas, mártires y santos, a quienes solamente la justicia les dará la paz.
