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Rosario Rivas
Redacción Nacionales
Miles de familias salvadoreñas han sobrevivido de las remesas, que les han enviado sus familiares de los Estados Unidos por años, sin embargo, la implementación del impuesto del 1% sobre las remesas enviadas aprobada por el senado de Estados Unidos, y que entrará en vigencia el 31 de diciembre de este año, generaría un impacto negativo en la economía familiar.
Según Danilo Pérez, Director Ejecutivo del Centro para la Defensa del Consumidor (CDC), este impuesto sobre las remesas afectará la economía de la familia salvadoreña que dependen de esto para solventar necesidades básicas como alimentación, vivienda, transporte, entre .
Para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), 8 de cada 10 migrantes latinoamericanos envían dinero para cubrir gastos de comida vivienda y transporte a sus seres queridos, en los países de origen tal es el caso de El Salvador.
Además, con estas remesas los familiares se hacen cargo de gastos mayores a corto y largo plazo, en temas como salud y educación.
Con el anuncio del gobierno estadounidense, se pone en peligro el ingreso de las familias salvadoreñas, porque el salario mínimo del país no cubre ni siquiera la canasta básica, qué es una de las prioridades de los salvadoreños.
Hay que destacar que el principal país de donde provienen las remesas hacia la región latinoamericana es Estados Unidos, país que en los últimos meses han lanzado políticas desestabilizadoras, tanto para la economía de los migrante, como para la seguridad de estos con redadas y deportaciones.
Según el Banco Mundial (BM) solo en el 2024 se sumaron 160,000 mil millones de dólares en remesas, con lo que se lograba estabilizar los países cuyas economías están en crisis.
Entre estos países que dependen directamente de remesas están El Salvador, Guatemala Honduras y Nicaragua donde una cuarta parte de su Producto Interno Bruto (PIB) proviene de los envíos de migrantes de los Estados Unidos.
