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Nelson de Jesús Quintanilla Gómez*
Muchos recordaran la Ofensiva Hasta el Tope, también conocida como Ofensiva fuera los fascistas o Febe Elizabeth vive o simplemente Ofensiva Final. En consecuencia, fue el ataque de mayor envergadura realizado por la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional desde el 11 de noviembre de 1989 hasta los primeros días del mes de diciembre de ese año, en el marco de la Guerra Civil Salvadoreña.
Desde luego, la ofensiva de 1989 fue un hecho político de relevancia nacional e internacional que puso a temblar a la oligarquía salvadoreña y a reflexionar al imperio norteamericano. Es decir, fue este hecho el que obligó al gobierno salvadoreño y al norteamericano a toma en serio el proceso de diálogo y negociación para buscar una salida política al conflicto bélico.
Hoy se cumplen 31 años de ese acontecimiento histórico, el cual, se debe conmemorar, no hay nada que celebrar, peo hay mucho que recordar y recodar es volver a vivir, pero muchos dirán y porque volver a vivir ese momento difícil de nuestra historia, no es para recordar el dolor y la muerte, es para recordarle a las nuevas generaciones de donde venimos, donde estamos y para donde vamos, porque quien olvida su historia, está condenado a repetirla.
La guerra civil esta en un gran apogeo. Por tanto, la violación a derechos humanos era cotidiana, los atentados contra organizaciones como la UNTS, FENASTRAS, saqueo a la imprenta de la UCA y otros por parte de la Fuerza Armada y el Gobierno de turno no cesaban. Desde luego, por parte del FMLN había respuesta de la misma forma en defensa de los intereses del pueblo. Sobresalen en este orden los casos de Francisco Peccorini, Roberto García Alvarado exfiscal general de la República, José Antonio Rodríguez Porth, entre otros.
La ofensiva del 11 de noviembre de 1989 fue la chispa que encendió el motor del dialogo negociación. Por tanto, se inicio el proceso que puso fina a sesenta años de dictadura militar y al inicio de un proceso de reformas sociales, políticas y económicas para transita a un periodo de democracia representativa, gracias a la cual muchos jóvenes pueden participar en cargos de elección popular y de dirección interna de los partidos políticos. En mi opinión, esto no está siendo bien ponderado ya que muchos creen que esto surgió por ate de magia, pero en realidad, es la sangre derramada en ese conflicto armado la que contribuyo a tener estos espacios de participación política en El Salvador.
Cada ves que el FMLN conmemora este acontecimiento histórico, lo hace llevando una ofrenda floral y haciendo un homenaje a los caídos en ese hecho político. Además, la militancia lo celebra en diferentes departamentos y municipios e incluso en algunas zonas con presencia amplia de veteranos y veteranas de guerra del FMLN.
La ofensiva del 89 marca un antes y un después de la guerra civil iniciada en 1981 para buscar su finalización por la vía de la negociación. Por tanto, estaba demostrado que no había salida militar y que más bien, había una especie de empate militar, realidad que no aceptaba la derecha, pero que la realidad se imponía con las zonas bajo control del FMLN y con los paros al transporte que eran acatados por el pueblo en general.
Este no es un aniversario más, es un aniversario en el que se cumplen 31 años de esa ofensiva militar. En este sentido, el cementerio de la Bermeja siempre es testigo de las conmemoraciones a los caídos a la ofensiva y los mártires de la lucha. Además, hoy los veteranos y veteranas de guerra tanto del FMLN como de la Fuerza Armada reciben una pensión de 100 dólares mensuales que inicio con los gobiernos del FMLN con la creación de una ley que garantiza ese derecho que negó la derecha desde 1992 a 2012. En consecuencia, fue necesario que el FMLN llegara al Gobierno central para crear las condiciones y saldar esa deuda histórica con los veteranos de guerra.
El FMLN siempre ha tenido el compromiso de lucha por los intereses del pueblo y la búsqueda de las transformaciones sociales, económicas y políticas que superen las condiciones de pobreza, desigualdad, desempleo en inseguridad de la ciudadanía en general. Por tanto, en la lucha ya sea militar, social, política o electoral hay momentos de victoria (vencer) y momento de derrota (perdida) e independientemente de la circunstancia para los evolucionarios la lucha continua. De todos modos, se puede decir, vencimos y seguimos o perdimos, pero la lucha sigue aun en la adversidad.
Ante los nuevos escenarios políticos muchos se preguntan ¿Qué hacer ante esta nueva realidad? o ¿cuál es la estrategia del FMLN para estas próximas elecciones?, ¿que estamos haciendo para derrotar las mentiras, la corrupción y el chantaje del presidente en contra del frente? En consecuencia, la gente esta pendiente de lo que hace el FMLN en su dirección política, en la Asamblea, en las Alcaldías, en las comunidades y en las redes sociales. En realidad, el FMLN está luchando en diferentes frentes, sin duda hay muchos oportunistas que se fueron a otros partidos buscando cargos o puestos (son traidores), peo en todo caso la gente los conoce y el 28 de febrero del 2021 la gente pasara la factura correspondiente.
A 31 años de la ofensiva del 89 el FMLN sigue luchando y busca recuperar la confianza del pueblo con acciones que se correspondan con los intereses del pueblo, hay que derrotar la judicialización de la política y la persecución política hacia la dirigencia histórica del FMLN y de las nuevas generaciones, pero además hay que derrotar la mentira y la corrupción del ejecutivo, hay que derrotar las injusticias sociales y políticas.
*Sociólogo, doctor en Ciencias Sociales Mención Gerencia y Profesor Universitario de la UES en la FMOtal. De San Miguel.
[email protected], [email protected], [email protected] y @NelsonQuintani5
