Por David Alfaro
12/09/2025
Hoy, el viejo hospital Rosales cerró sus puertas como hospital nacional. Los pacientes fueron repartidos en otros centros, decenas de médicos renunciaron y muchos trabajadores quedaron sin empleo.
Lo que viene no es una simple remodelación: el nuevo Rosales será administrado por Casa Presidencial y pasará a formar parte de la llamada “Red de Hospitales”. En palabras suena bien, pero en la práctica significa que los servicios, a la larga, dejarán de ser gratuitos.
Este cambio marca un antes y un después. La salud pública, tal como la conocemos, empieza a desaparecer. Y quienes más lo van a sufrir son los pobres, la gente que siempre confió en el Rosales para sobrevivir.
El “nuevo” Rosales no es un hospital de camas, sino un edificio de consulta externa con cubículos, mientras el histórico Rosales dejó de funcionar como centro de referencia.
¿Y el dinero? El proyecto estuvo ligado a un préstamo y partidas públicas por $170 millones, de los cuales $61.2 eran para el Rosales. Luego la obra desapareció como partida propia y se mezcló en programas más amplios. Bukele asegura que usó “fondos propios”, pero no hay cuentas claras.
Así iba a ser la remodelación del Hospital Rosales (2018), informe de Radio Izcanal :
El proyecto contemplaba un complejo de 3 torres:
• Consulta Externa: edificio de 2 pisos en el área de la antigua Maternidad.
• Subespecialidades: torre de 6 pisos en el lugar del Laboratorio Max Bloch.
• Edificio de Especialidades: ampliado para más servicios.
Capacidades proyectadas:
• 67 consultorios
• 712 camas
• Unidad de Cuidados Intensivos de última generación
Hoy se cerró un hospital, pero también se abrió la puerta a un modelo donde enfermarse tendrá precio. Y eso debería preocuparnos a todos.
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