Página de inicio » Opiniones » El Acuerdo de Paz entre el Gobierno de El Salvador y el FMLN: ¿ha muerto?

El Acuerdo de Paz entre el Gobierno de El Salvador y el FMLN: ¿ha muerto?

César Ramírez
@caralvasalvador

33 años después del Acuerdo de Paz entre el Gobierno de El Salvador y el FMLN del 16 de enero de 1992 ¿ha muerto todo principio o propósitos de que terminó el conflicto armado?

Parece un ejercicio retórico, fue un magno evento que permitió una nueva legalidad y desarrolló la democracia durante 27 años; no obstante, a partir de 2019 se inician una serie de irregularidades a tal extremo que las instituciones como: la Corte Suprema, Fiscalía, Tribunal Supremo Electoral ya no son independientes, en este panorama agreguemos la reforma constitucional que permite la reelección indefinida, el régimen de excepción con tres años de duración de forma ininterrumpida etc. en conjunto connotan un perfil no democrático y autoritario.

Durante años el proceso de paz fue un ejemplo mundial de solución política, un esquema superior a procesos similares, pero con diferencias singulares: Vietnam, Argelia, Colombia, Zimbabue, Guatemala.

Si el Acuerdo de Paz ha muerto, entonces debe existir otro Acuerdo para su extinción definitiva y todos sus preceptos, normas o reformas constitucionales deben finalizar oficialmente, bajo un pronunciamiento de: “inaplicables los contenidos del 16 de enero de 1992”, entonces el Gobierno de El Salvador debe renunciar a todo mandato, declarar clausurada esa condición histórica o prohibir su mención en toda historia nacional.

Parece un mensaje poético delirante, pero no lo es…tal es la situación que retornamos al día de “no acuerdo de paz”, ese día son décadas del siglo pasado en los tiempos donde la Constitución era reformada al gusto del gobernante, época sin derechos humanos, tiempos de censura de periódicos, prisión a personas demócratas acusadas de comunistas, fraudes electorales etc.

Sin acuerdo de paz, la democracia no existe y además como dicen algunos teóricos “fue muy ingenuo confiar en la Constitución”, puesto que, ante la vista pública mundial se reforma a gusto de los gobernantes la Carta Magna, no existen reparos ni defensa a las prohibiciones explícitas escritas en su contenido, en consecuencia, es un desarme social jurídico que produce: súbditos, siervos, vasallos, pero no ciudadanos.

Deberíamos de preguntar a los (ex) jefes de gobierno actuales o antiguos de: Colombia, España, México, Venezuela y las Naciones Unidas por este resultado que acontece en la nación.

Es significativo que el Acuerdo de Paz de 1992 es un referente que cambió la vida nacional, sin ese evento toda mención al proceso democrático no sirve para nada.

Pueden difamar al proceso democrático, pero había movilidad social, meritocracia, independencia de poderes, respeto a la Constitución, reserva moral en los profesionales, cumplimiento de requisitos profesionales, rendición de cuentas, ascensos en las milicias, las elecciones no eran fraudulentas, alternancia política en la presidencia, municipio libre, identidad de municipios, Historia etc.

Entonces debe hacerse un funeral de Estado ¿o fue suficiente destruir el monumento a la reconciliación? en otras palabras, el proceso de Acuerdo de Paz de 1992, 33 años después tiene por producto el autoritarismo no una democracia ejemplar.

Volver al pasado, ya sabemos cómo terminan las dictaduras y como resucita la democracia. amazon.com/author/csarcaralv

Bibliografía

Acuerdo de El Salvador: en el camino de la paz /Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas – s.l.: DPI1208-92615, July 1992. 159 p.

Nota: espero que ese libro no esté censurado, cuidado al leerlo ilustra el presente desde el pasado.

Ver también

Remesas acrecentadas de inmigrantes salvadoreños

Compartir        César Ramírez @caralvasalvador El envío de remesas “acrecentadas” de los inmigrantes irregulares a sus países …