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Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
“Desde que nos invitaron a este proyecto lo vi importante, a partir que en nuestra zona y país la educación sexual y especialmente la reproductiva es un tema en el que poco se profundiza. Y tenemos casos de niñas de 12 o 13 años, con embarazos tempranos, entonces, consideré que era importante actualizarnos y poder abordar estos temas con nuestros adolescentes”, manifestó, William Humberto Garay, del Centro Escolar Ciudad Romero del Bajo Lempa, cantón El Zamorano, Usulután.
Voces en la Frontera, nacida en 1987 y con sede en los Estados Unidos, trabaja en El Salvador, a partir de objetivos como : el desarrollo de capacidades de liderazgos y autogestión; promoción de derechos de las mujeres, jóvenes y lisiados de guerra, así como mejorar las condiciones de vida de las comunidades a través de la educación formal, protección del medio ambiente, impulso de la soberanía alimentaria y la preservación de la Memoria Histórica.
José Acosta -director Voces en la Frontera en El Salvador- señaló que el año 2015, luego de un análisis social en un contexto de auge del fenómeno de las pandillas, concluyeron que una de las mejores formas de encausar sus recursos y apoyo a las comunidades era a través, de la educación formal.
“A partir de ahí hemos venido apoyando estos esfuerzos de trabajo en los centros educativos y escuelas como Jiquilisco, Usulután y la zona Norte de Morazán, y parte de este esfuerzo está relacionado con el tema, que es una realidad muy compleja, que es la prevalencia de embarazos en niñas y adolescentes. Una situación muy marcada en la zona rural en donde los índices no sabemos aún el porqué, son más altos en Morazán, aunque es una problemática a nivel de país y Latinoamérica, o sea, países empobrecidos”, opinó Acosta.
Con este análisis previo, Voces en la Frontera El Salvador apostó a un proyecto que ofreciera servicios de capacitación a maestros y promotores de salud con mayor profundidad y conocimientos sobre la educación sexual y reproductiva, para que ellos y ellas, a su vez, lo reproduzcan con los grupos de jóvenes estudiantes con los que trabajan a diario.
“De ahí surgió la idea de establecer un convenio con la Escuela de Medicina de la Universidad de Nuevo México (EE. UU.), estos maestros ginecólogos que además, forman a nuevas generaciones de médicos en su país, participaron por dos años en una alianza con Voces en la Frontera, un programa de capacitación en salud sexual y reproductiva dirigido a maestros y promotores de salud y es de esta forma que entre la región del Bajo Lempa en Usulután y Morazán, entre los años 2018 a 2019, capacitamos a un grupo 135 personas entre maestros y promotores de salud”, señaló.
El director de Voces en la Frontera consideró como un logro significativo que el grupo de maestros en el desarrollo de la segunda fase del proyecto, impulsaran “el eje de reproducción” del programa completo dispuesto en 5 talleres, que les permitió la cobertura de una población de casi 900 jóvenes de la zona rural.
“Las edades estaban entre 9 a 16 años, y los últimos años del bachillerato ha sido un proyecto exitoso, primero porque ofreció en realidad un servicio de capacitación que se ha transformado en acceso al conocimiento. Y además, nos deja como resultados todo el programa completo de capacitación que se puede multiplicar en otras zonas del país”, agregó.
Para José Acosta, la relevancia de este proyecto se enmarca en su elemento participativo, ya que los programas fueron construidos en discusión abierta y directa con el público meta que eran los estudiantes quienes pudieron expresar sus intereses, dudas en el reconocimiento de sus derechos individuales y colectivos.
“Este proyecto tuvo tres fases: la primera fue la elaboración del programa entre médicos de Nuevo México y un grupo de maestros de El Salvador; la segunda fase fue el desarrollo del programa que capacitó a maestros y promotores de salud y la tercera fase cuando estos maestros y promotores de salud ofrecen capacitación a sus estudiantes. Ha sido exitoso el programa y también se validó la metodología de capacitación a través de teleconferencias, y esto fue antes de la pandemia, cuando no estaba aún en auge las teleconferencias como ahora, pero ya en ese momento comenzamos a usar ciertas plataformas para llevar a cabo, esta capacitación”, indicó Acosta.
Evelyn Romero, coordinadora local del proceso de facilitación del equipo de ejecución del proyecto, tuvo la responsabilidad de desarrollar el Módulo de Educación Sexual y Reproductiva en el departamento de Morazán, con la participación de maestros y maestras de 20 centros educativos, que sumó entre docentes y promotores de salud a 35 personas.
“Creo que es un innegable logro todo el conocimiento y fortalecimiento de sus capacidades desde una visión científica. Y para ellos fue muy importante este proyecto porque a nivel del sistema de educación y el sistema de salud del país hay un vacío bastante grande en cuanto a la ejecución de programas y planes en torno a este tema de educación sexual y reproductiva. Así también, fue de gran importancia para ellos y mucho más las réplicas que hicieron en sus centros educativos a sus estudiantes”, reafirmó Romero.
En cuanto al contexto que viven los adolescentes y jóvenes con la sexualidad, Romero indicó que el aporte en materia de instrucción y conocimientos de este proyecto fue un avance importantes, a partir que la sexualidad. Pues se trata como un tema tabú lleno de inconsistencias y estereotipos que impiden información científica y auténtica y desde la perspectiva de género es una temática cargada de invenciones en torno a la temática.
“Aún para los maestros les ha sido difícil nombrar las cosas por su nombre y muchas veces, es algo que está cargado de estereotipos que impiden expresar o impartir la formación de manera más objetiva. En Morazán existen altos índices de embarazos en niñas y adolescentes, así como violaciones a niñas y adolescentes. Considero entonces, que el sistema educativo y el sistema de salud, deben asumir de manera integral y aportar a esta formación en educación sexual y reproductiva y en educación se debe iniciar desde kinder y de acuerdo a la edad y comprensión (del alumnado), porque sino no vamos a cortar cadena de este problema de país”, reafirmó Romero.
Las estadísticas del Ministerio de Salud registran que, desde el año 2013 a julio de 2019, hubo 17,000 niñas menores de 16 años que fueron inscritas en el control prenatal por sus embarazos y partos hospitalarios; lo que consideró José Acosta, según la legislación salvadoreña, “embarazos producto de una violación y que en el 50 % de estos casos fueron cometidos en el mismo lugar en donde viven las niñas”, y que como Voces en la Frontera, esperan contribuir en una transformación de esta realidad.
“Confiamos en este proyecto porque en el período de la elaboración de las fases del programa se contó con la colaboración de algunos líderes juveniles, quienes opinaron y expusieron buena parte de sus inquietudes que giran en torno al programa desarrollado. Desde los métodos de prevención del embarazo, los embarazo adolescentes, género y sexualidad, relaciones de género y las inequidades del sistema patriarcal y las enfermedades de transmisión sexual, que se abordó con bastante profundidad por ser otra situación grave en el país”, puntualizó Acosta.
