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La Habana / AFP
Carlos Batista / Rigoberto Díaz
Cuba legalizó las productoras de cine privadas, un viejo reclamo de los cineastas, productores, técnicos y críticos del país, que abre nuevas posibilidades de trabajo a partir de agosto, cuando entre en vigor.
El decreto 373 «tiene por objeto aprobar la figura del creador audiovisual y cinematográfico como artista independiente y los Colectivos de Creación Audiovisual y Cinematográficos (productoras independientes)», señala esta norma, firmada en marzo por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, publicada en la Gaceta Oficial de Cuba.
El decreto busca «garantizar la calidad de sus producciones y el aprovechamiento óptimo de los recursos que el país emplea en el desarrollo de estas actividades».
-Productoras y productores independientes-
Las productoras independientes tendrán ahora «amplias capacidades para el desarrollo de sus trabajos, como la posibilidad de contratar y ser contratado, de operar con cuentas bancarias y relacionarse con toda persona natural y jurídica cubana o extranjera», explicó el director del Instituto Cubano de Cine (ICAIC), Ramón Samada, según un reporte de la televisión cubana.
La norma «reconoce en primer lugar la condición laboral del creador audiovisual y cinematográfico independiente», agregó
Explicó que «eso es un hecho extraordinario y muy importante porque dota a los artistas de estas manifestaciones de una protección y una condición legal en el que se reconoce el trabajo que hacen, quiere decir que se convierten a la vez en entes económicos y son sujetos y objetos de poder ser contratados y contratar a personas naturales y jurídicas, cubanas y extranjeras».
-Fondo de Fomento-
El funcionario precisó que otras normas jurídicas, también publicadas este jueves en la Gaceta Oficial, «legalizan, complementan y crean nuevos mecanismos para el desarrollo de la producción cinematográfica», como «la creación del Fondo de fomento al cine cubano».
«Los ingresos principales para el fondo de fomento provienen del presupuesto del estado y es necesario se comprenda el alcance político que tiene porque estaríamos, además de un acuerdo del consejo de ministros, casi que por primera vez es la entrega de financiamiento directamente a los artistas para realizar su obra», dijo.
El decreto «es efectivo, porque ya reconoce a los artistas independientes como obreros..le da la posibilidad de levantar proyecto en sintonía con las instituciones», dijo a la AFP Ricardo Figueredo, un reconocido productor independiente.
Desde 2013 un centenar de realizadores, productores, técnicos, críticos y especialistas de tres generaciones reclamaban a las autoridades la promulgación de una nueva ley de cine, la aprobación de la figura jurídica del creador audiovisual independiente y la formación de un fondo de fomento de la industria cinematográfica.
De hecho, el decreto es considerado el preámbulo de una nueva ley de cine en el país.
«No sólo se trata de acceder a un fondo, es también poder acceder a permisos, a hacer importaciones, y levantar fondos internacionales respaldados y asegurados», dijo Figueredo.
La única legislación sobre cine que existía hasta la fecha en la isla era la que dispuso la creación del ICAIC, el 20 de marzo de 1959, institución que por décadas se ocupó de todo lo concerniente a la actividad.
Pero la falta de recursos del ICAIC, y las decisiones a veces políticas para dar luz verde a un proyecto, propiciaron la creación de varias productoras de cine independientes que, sin personalidad jurídica, trabajan desde hace varios años con la tolerancia oficial.
Los cineastas cubanos también reclaman que una futura ley de cine incluya a sus colegas que viven y trabajan fuera de la isla.
Pero el decreto 373 deja claro que «es de aplicación a los ciudadanos cubanos y a los extranjeros, con residencia permanente en el territorio nacional».
